El gran cantante Freddie Mercury, antes de morir, tuvo una última voluntad y ésta fue que sus gatos siguieran teniendo el mismo nivel de vida que él supo darles. Por eso, dejó como encargada de sus «hijos» a Mary Austin, su ex-esposa y gran amiga. En el testamento aparecían el nombre de Mary y de los Gatos que iban a ser sus herederos. Sus nombres eran: Tom, Jerry, Oscar, Tiffani, Goliath, Miko, Romeo, Lily y Delilah. Contaban con habitaciones exclusivas para ellos, y cuando andaba de gira los llamaba por teléfono para que oyeran su voz. La información es de Google, de Indiehoy y del grupo «La Loca de los gatos» y de Yahaira Rodríguez. Ilustración en este medio.