Demócrito, inventor de la teoría de los átomos, era un sabio con buen humor. Consideraba que la felicidad era cuestión de buen temperamento, de ánimo y de contento. La gente alegre puede tener la mirada abierta, interesarse a fondo por la realidad y mantenerse preparada para reaccionar. La vida está llena de tareas y muchas veces nos embarcamos en ellas con la duda de si el barco hace agua. Conviene que en la travesía no nos falte el humor. para no hundirnos en las tormentas; mejor quitarle hierro a las cosas. Lo escribió la española Irene Vallejo. Foto de Ethic.