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El Economista

Durante esta etapa de la vida se debe continuar con una planeación financiera que permita aprovechar la pensión y con planes de inversiones que impidan una pérdida de valor en los ahorros.

Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, solo 4% de los adultos mayores expresan interés en aprender nuevas estrategias sobre finanzas personales. Eric Lugo Ramírez

La tercera edad es la etapa de la vida donde, en teoría, se debería vivir de manera tranquila sin presión financiera y con el objetivo primordial de descansar luego de una vida llena de trabajo y estrés, sin embargo, para lograr eso se necesitan recursos económicos.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) 47% de la población piensa que su pensión será igual o mayor que 75% de su último salario es por eso que tener una planeación financiera de acuerdo a la etapa de la vida en la que se está es fundamental.

Asimismo, para aquellos que mantienen ahorros fruto de inversiones o acumulación de capital, es importante que generen rendimientos para evitar que pierdan valor con el tiempo, obtener un ingreso extra o seguir generando un patrimonio monetario.

Salud financiera

Luis Ángel Rodríguez es director general de Asset Management en BBVA México y explicó que al momento de llegar a la tercera edad los objetivos financieros y el ritmo de vida dan un cambio sustancial dependiendo de cómo se manejaron las finanzas en los años previos.

“Algunas personas llegan con holgura y pueden vivir tranquilos con sus ahorros, otras personas todavía deben buscar una fuente de ingresos luego de su jubilación”, recalcó Rodríguez y agregó que los gastos al llegar a la tercera edad bajan significativamente.

Al dejar de pagar gastos corrientes de los hijos como colegiaturas, la presión financiera disminuye y se debe enfocar en pagar aquello indispensable para el día a día de quienes dependen de esa pensión.

Expertos en salud financiera afirman que es importante que, si se renta una vivienda, no se gaste más de 30% del ingreso mensual en el pago de la misma, también se debe tener una noción de la cantidad que se gasta en comida, medicinas y gastos varios para ajustarlo a la suma que se reciba de pensión.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros(Condusef) recomendó extremar precauciones para no perder recursos valiosos por posibles estafas y robo de datos bancarios, pues al ser la población con menor experiencia en el uso de plataformas digitales pueden ser un grupo vulnerable ante prácticas como phishing.

Llegando a la tercera edad, conseguir un crédito se vuelve más complicado y, en algunas ocasiones, más caro. Es por eso que en caso de necesitar financiamiento para un gasto importante se revisen las condiciones ofrecidas por la institución financiera y se comparen con lo existente en el mercado. Un crédito caro puede poner en peligro la tranquilidad e independencia financiera.

Generar rendimientos

Llegar a la tercera edad no significa que ya no se pueda invertir o no tenga caso hacerlo, los recursos ahorrados deben durar, según la esperanza de vida actual, entre 13 y 18 años por lo que los ahorros no valdrán lo mismo y se depreciarán.

Ante este problema, expertos afirman que se debe buscar una inversión que pague dividendos constantes y mantenga el dinero líquido para afrontar cualquier emergencia que se pueda tener. Igualmente, el horizonte de inversión debe ser a corto plazo y pensando en recibir los rendimientos como un ingreso extra o complementario a las pensiones.

“Lo que recomendamos es tener bonos de deuda a corto plazo, como Cetes a meses o un año, acciones que paguen dividendos constantes o, si se tienen propiedades, obtener ganancias de la renta”, enlistó Luis Ángel Rodríguez.

Lo ideal en una inversión con estas características es hacer uso de los rendimientos y tocar lo menos posible el capital ahorrado pues esta suma será lo que ofrezca certidumbre ante cualquier situación que acontezca.

Adicionalmente, la plataforma Mejora tus Finanzas recomienda tener en cuenta aspectos fiscales para evitar situaciones no deseadas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y considerar el estado de salud actual y las proyecciones hechas por médicos en los años venideros.