El reciente llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum a los bancos para que reduzcan la tasas de interés, ha generado reacciones divididas. Para algunos se trata de una exhortación legítima para impulsar el crédito y dinamizar la economía. Para otros, la solicitud exhibe una comprensión limitada de cómo funciona realmente el sistema financiero y podría poner en entredicho uno de los pilares institucionales más relevantes: la autonomía del Banco Central- Lo escriben Enrique Quintana, director de «El Financiero».