Espacio 13
Alvaro Carrillo:
Quien muere limpio
No ha sido humano
*Tiempos de Palmerín, a la inspiración de Chaván Contreras, de Las Puentes
y la popular Está Cabrón, de Adán Romero de La Orduña.
*Desde un Tito Guizar, “te voy a hacer tus calzones”, cantante y charro, sobrino de Rafael Guizar y Valencia.
*La cucaracha de La Bandida y el Cielito Lindo; de ella el “Siete Leguas”, tuvo nexos con Al Capone.
*Agustín Lara, fascinante compositor de la mujer, del deseo y del pecado… lo prohibido en esa época.
*“Cuando las palabras fallan, la música habla.”
- Primera de dos partes –
El homenaje al “Colibrí” había concluido y los invitados salían poco a poco de palacio municipal de Coatepec, “el palacio de Raymundo”, – me dijo en el inicio de sus labores ( ? ) seguramente se lo llevará a su casa cuando termine su pésimo gobierno -, sentenciados los organizadores de este evento, “sólo una hora y me lo desocupan”, dijo el “oficioso” a los interpelados…
“Está feliz el buen “Colibrí”, es su evento, se tomó fotos y canto, reluciente jorongo al hombro como un José Alfredo Jiménez, su homenaje que lo disfrute, dijo Julio Contreras Díaz, mientras invitaba el café en el Kiosco y una hora fue suficiente para que la charla concluyera interesante y agradable, pues por ello, aproveché a uno de los grandes conocedores de la música mexicana, que domina el tema desde un Tito Guízar, cantante y primer charro del cine mexicano, nacido en 1908, en Cotija, Michoacán, por cierto, sobrino del obispo Rafael Guizar y Valencia, beatificado por Juan Pablo II… “tú eres mi amigo del alma, realmente el amigo, que en todo camino y jornada está siempre conmigo”… Julio Contreras, sigue:
, Obligado mencionar en esta charla, a Ricardo Palmerín, “peregrina de ojos claros y divinos”, “Cobarde”, “Las dos Rosas” de la trova yucateca, donde inició el bolero en México procedente de Cuba; Tata Nacho, “adiós mi chaparrita, no llores por tu Pancho”, “Nunca, nunca, nunca” y la “Borrachita”, algunos de sus éxitos; Alvaro Carrillo, “como se lleva un lunar, todos podemos una mancha llevar”, “El andariego”, “sabor a mí”; el pariente de mi amigo y conversador de esta tarde, Chaván Contreras, originario de Las Puentes, y su “Vicio”, nada menos que arreglista de la cantante María Victoria. De Chaván, comentaremos ampliamente en la segunda parte.
Qué decir del músico poeta Agustín Lara… que lo mismo le cantó a la mujer que vende sus caricias “vende caro tu amor, aventurera, el mismo que “de tu boca la miel quiera, que pague con brillantes tu pecado”, como la que se revolcó en la playa demostrando su belleza a las estrellitas de mar, y en la intimidad al morboso caballero Agustín Lara, “acuérdate de Acapulco, de aquellas noches, María Bonita, María del alma”, “piensa en mí, cuando beses, cuando llores también piensa en mí. Se inspiraba de igual manera en la orilla del Papaloapan, “allá en su Tlacotalpan” “ porque así lo decidió, pese a la insistencia de Jacobo Zabludozky que fuese chilango, decíamos, también dedicó melodías a quienes “señoritas jóvenes y hermosas, vendían caricias en la casa de citas, aquellos años de los 30 cuando aún pequeño de 12 años de edad, de 40, 50 y hasta los sesenta, visitando el burdel que regenteaba La Bandida…
La dueña, Graciela Olmos, ex soldadera de Pancho Villa, y ex monja de las vizcaínas, audaz y valiente como una Pancha Pantera, ya maltratada por la vida, violada en la Revolución por José Hernández, pero cabrona al fin, lo buscó y ya encontrado, lo obligó a matrimoniarse… después viuda, se arriesgó al tráfico de whisky, incluso tenía su venta en Chicago, cuando esta ciudad vivía la época de prohibición, y así conoció nada menos que al principal comprador de alcohol, Al Capone… y resulta que, y este es el motivo del relato, en una de las frecuentes fiestas del famoso y peliculesco gangster, apantalló a los amigos y clientes de Al Capone cantando con su voz privilegiada el “Cielito Lindo” y “La cucaracha”, pero además, interpretó una canción de ella misma, cuya inspiración fue en sus tiempos de soldadera, dedicada al caballo de Pancho Villa, el “Siete Leguas”.
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Y aquí concluimos esta primera parte de compositores de México, de Veracruz y de Coatepec, señalando que Agustín Lara, en estos años, continuaba visitando las casas de citas, haciendo alusión orgullosamente cuando trabajaba como pianista en un burdel desde los 12 años, de ahí su preferencia con las chicas menores de edad de ese sitio de mala fama, una de ellas ya más crecidita, de 25 años, le rajó la mejilla izquierda con una botella… cicatriz que acariciaron las mujeres más bellas de México y las más prostitutas porque lo consideraban un fascinante compositor del deseo, la pasión y el pecado, lo escuchaban decir… “mujer, mujer divina, tienes el veneno que fascina en tu mirar, mujer que no se olvida, tienes vibración de sonatina pasional, tienes el perfume de un naranjo en flor, el altivo porte de una majestad”… canción que en la actualidad la pueden escuchar en la educada voz de Natalia Lafourcade
La Bandida toda una leyenda en el México, en su bajo mundo y en la histórica revolución mexicana… pero también en Coatepec, Las Puentes y Teocelo, hace aire… y fuerte.
Lea usted nada más todo lo que está ocasionando el amigo “Colibrí”
Segundo capítulo mañana Dios Mediante.
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