En estos días en que se fue el internet en la zona de mi casa, tuve necesidad de ir al restaurante de Sanborns para seguir escribiendo. Y me llamó la atención que en las tres ocasiones que asistí, me encontré en una mesa cercana, desayunando o comiendo, a una señora anciana, de entre 80 a 90 años de edad, y una mujer de entre 55 a 60 años, que podría ser su hija- lo más probable- o su nuera. Y en todos los casos, en un ambiente muy alegre de convivencia. Simplemente lo anoto. Foto de Jeff Berger en Getty Images.