Nací hace 46 años en San Andrés Tuxtla, pero de tres años me llevaron a Catemaco en donde me alimenté de topotes, tegogolos y embrujo, ese tan característico de Los Tuxtlas, sin embargo tuve que emigrar a la bella y señorial Xalapa de donde no me sacan más que con los pies por delante. Ciudad de contrastes y receptora de todas las culturas del estado me fue formando a palos llenos de miel en algunas ocasiones y de espinas en otras. Alumna de grandes maestros del periodismo que seguramente a estas alturas no les gusta nada reconocerlo por lo mal reportera que resulte pero aún sigo aprendiendo de la vida. Colaboré en Gobernantes, Milenio y Notiver y estas experiencias me dejaron grandes satisfacciones y aquí sigo echándole todas las ganas del mundo.