«En Oaxaca el desabasto también alcanzó a tiendas comerciales y gasolineras, se vino abajo la economía de pequeños comercios, se afectó desde los taxistas hasta los artesanos, y los hoteles llegaron a registrar una ocupación de 5 por ciento. Fue en este escenario en el que Miguel Osorio Chong salió a anunciar que se había agotado el tiempo y que «en breve estarían tomando las decisiones necesarias para permitir el tránsito en vías estratégicas y el abastecimiento a las comunidades». Lo escribe Joaquín López Dóriga en «Milenio».