1) "El trabajo de amarte.. como tú debes ser amada.. el trabajo solamente mío. 2) Y mis enfermedades, mi desdicha.. mi soledad que nada.. conseguía quitar, ¿qué cosa fueron.. si no lecciones duras.. de amor, que me obligaban a buscarte?. 3) Mis pasos, los primeros..sin que nadie pudiera sospecharlo.. me llevaban a ti. Cada palabra.. que mi boca aprendía.. me preparaba a pronunciar tu nombre. 4) Cuando jugaba estando solo.. jugaba a estar contigo.. 5) Después de cada gozo conseguido.. de cada sed vaciada.. de cada esfuerzo pleno.. estabas esperándome tranquila. 6) Ya ves por qué te quiero bien ahora.. mi amor no es cosa nueva,.. como a la muerte, irremisiblemente.. desde el nacer te estaba destinado". Los incluyó Francisco Morosini en su libro "El frágil recuerdo". Tanto a Bonifaz Nuño como a León Felipe, "Paco" refiere en el texto, que los conoció un domingo cerca de la Calzada de los Poetas, en el Bosque de Chapultepec, en la ciudad de México, donde los poetas expresaban de propia voz sus creaciones".

"Cuando despertó, Tito ya no estaba ahí".. Son sólo siete palabras que han estremecido las letras. Aunque pareciera una frase abandonada por el temor a la página en blanco o porque el tema no daba para más, en sí es el cuento más breve de la literatura, una obra maestra: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí"... Augusto Monterroso, muerto en 2003 a los 82 años, es el culpable de la escritura de millones de páginas sobre esa sola línea. Y es que la brevedad, la concisión, la linealidad y un estilo directo son las características de la narrativa del desaparecido autor guatemalteco nacido en Honduras y radicado en México desde hacía medio siglo. La vida es corta y el arte largo, decía el escritor mejor conocido como Tito al definir su virtud para ser breve, sin embargo el autor de "La oveja negra y demás fábulas" no le daba más crédito a ese atributo literario que el resultado de su trabajo". Se publica en el libro "Viajeros sin destino" de Luis Gastélum.

Es un gran libro, se puede tomar como una novela histórica, como una historia novelada o como la "historia ficcionada", de cualquier modo como la tome o lea, es una gran historia narrada de manera magistral por Fernando del Paso, que nos remonta a ese breve y trágico periodo de la historia de México, de nuestra historia nacional, de un pasaje único, ¿notable, execrable?, en donde los afanes imperialistas de unos cuantos propiciaron la aventura trágica de la pareja imperial que integraban Maximiliano y Carlota, que en el pecado llevaron la penitencia. "Noticias del imperio", desde la descripción boyante que hace Carlota de sí misma y de sus "espumosos" y airosos galardones nos atrapa: "Yo soy María Carlota de Bélgica, Emperatriz de México y de América. Yo soy María Carlota Amelia, prima de la Reina de Inglaterra. Yo soy Carlota Amelia, mujer de Fernando Maximiliano José, Archiduque de Austria, Príncipe de Hungría y de Bohemia, Conde de Habsburgo, Príncipe de Lorena, Emperador de México y Rey del Mundo". Léanlo, no se van a arrepentir, gran libro, no se van a arrepentir. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.. Descanse en paz este gran escritor, quien murió en Guadalajara, a los 83 años de edad.

1) "Dar la felicidad y hacer el bien, he ahí nuestra ley, nuestra ancla de salvación, nuestro faro, nuestra razón de ser": Henri-Fréderic Armiel. 2) "Con la libertad, las flores, los libros y la luna, ¿quién no sería perfectamente feliz?": Oscar Wilde. 3) "El gran secreto de ser feliz es ser inocente": Focílides. 4) "En el fondo, son las relaciones con las personas lo que da valor a la vida": Guillermo von Humboldt. 5) "El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace": León Tolstoi. 6) "¡Es hermoso ser feliz con las pequeñas cosas!": Jeremías Gotthelf. 7) "La dicha de la vida consiste en tener siempre qué hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar": Thomas Chalmers. 8) "La felicidad es como una mariposa, cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro": Viktor Frankl. 9) "Quien no es feliz con poco no lo será con mucho": Lao T-sé.

"Verde que te quiero verde. / Verde viento. Verdes ramas. / El barco sobre la mar / y el caballo en la montaña. / Con la sombra en la cintura / ella sueña en su baranda / verde carne, pelo verde, / con ojos de fría plata. / Verde que te quiero verde. / Bajo la luna gitana…”, hermosas métrica de Federico García Lorca. Vivimos la era de las hierbas, de las hojas y de los tallos verdes, el veganismo, pues. Desde que tengo memoria –y miren que me asombra su amplitud en el tiempo-, las hierbas siempre han sido parte de mis gustos culinarios. El berro, por ejemplo, esa hierba tan menospreciada en otros tiempos, con ese sabor tan personal entre picante y amargo, ligeramente agarroso, lo devoro desde que era chavo, salpicado de unas gotas de limón y sal de grano. Pero no hay otra hierba igual al cilantro, con ese aroma a México y a chinampa de Xochimilco. Huele y sabe a tierra mojada, como a barro húmedo. Es el ingrediente perfecto para aromatizar y dar sabor a cualquier salsa, desde el pico de gallo hasta a una salsa ligera de tomates verdes aguacamelada. La combinación del cilantro con epazote y tlanepa (voy a abusar de mi localismo, pero así le decimos en mi tierra a la hoja santa o acuyo), más cebolla y chiles serranos o xalapeños es una fórmula imbatible perfecta para carnes y huevos. El cerdo y la res se llevan muy bien con esta fusión, inclusive el pescado y cosas tan delicadas como la hueva de naca. Pero ¿qué me dicen del sofisticado sabor del perejil?, es perfecto para combinarse con la albahaca, cebolla y ajo, y si a esta mixtión le agregamos frutos secos (piñones, almendras tostadas, nueces y anacardos) y bayas rojas, se convierten en un aliño brutal tanto para ensaladas, pastas, carnes, pescados y mariscos (con los calamares y el pulpo a la plancha, ¡ay Dios!). Pero ahí no para la cosa. Desde la hoja de aguacate con frijoles refritos (memelas), verdolagas, apio, el tallo y las hojas; la enorme variedad de lechugas –prueben el kale-; acelgas, espinacas, hierbabuena, con aguardiente, limón, azúcar, hielos y agua mineral se prepara el delicioso mojito o la caipirinha; menta, orégano, fresco y seco; romero, tan europeo, que para las carnes es sensacional; comino, para las barbacoas; espárragos, alcachofas, y con las finas hierbas secas se preparan licores como el vermú y strega; y los deliciosos tepejilotes  amateco-cordobeses de diciembre. Y para qué le sigo, solo les digo, coman verde, son sanos, pura fibra y excelentes digestivos naturales. Foto de "Jardineríaon.com". Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

A la izquierda, José (Josep 12-11-1907), y Antonio Barges Barba (Antoni, 18-12-1901). Ambos nacieron en Cataluña, España, el primero en Barcelona y el segundo en Gerona. Estos dos hombres, unos gigantes de la educación, son los responsables de mucho de lo que sé de México y del mundo. El segundo de ellos abrió mi mente a la épica Historia Nacional, al conocimiento de la arqueología prehispánica monumental de México, y me enseñó también a que cuando había que llorar por los héroes que nos dieron patria, había que hacerlo, con todo el llanto y henchido de orgullo como mexicano. Nos enseñó a cantar el Himno Nacional con todas sus letras, de manera respetuosa y solemne. Por el contrario, Pepe, el de sexto año, cada día de clase nos descubrió el mundo ignoto a sus imberbes alumnos, desentrañando las rutas y los vientos que llevaron a los grandes navegantes y descubridores de la antigüedad inexplorada, nos enseñó igual que cada pedazo de mar y de los grandes océanos tiene un nombre, un descubridor o leyenda que lo sustenta: el mar de los sargazos, el mar de las Antillas, el mar Pacífico, el mar Atlántico, el estrecho de Bering, el mar Mediterráneo, el mar del Norte, los vientos alisios y el viento del Levante. Las clases con ambos estaban llenas de la luz del conocimiento. Los dos han sido de los más grandes faros que he tenido en mi vida. Cada día que pasa me acuerdo más de ellos y doy gracias a la vida por habérmelos puesto en mi camino. La fotografía me la compartió el arquitecto Mauricio Arredondo Álvarez. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

"A Fernando Benítez a sus 90 años ya le dolía todo. La vejez le provocaba horror y cuando se veía al espejo negaba su imagen. "Ese viejo no soy yo", decía quien se definía a sí mismo como: "Mi corazón está a la izquierda, mi estómago a la derecha y mi sexo es siempre monárquico". Cuando murió (el 21 de febrero de 2000), de un paro respiratorio, estaba despierto y le dolía todo, hasta el alma. "Nací pedante, me creía la divina garza y los indios me enseñaron a ser humilde, a la convivencia fraternal, a amar. Pero desgraciadamente he sido un mal discípulo de ellos. Sin embargo, su lección de humildad no la he olvidado", decía. Dedicó 20 años de su vida y más de 2 mil 500 páginas en "Los Indios de México".. "Tenía gran capacidad de ver el lado bueno de las cosas, todas las situaciones que vivía eran jocosas, siempre lo hacía reír a uno, convertía todo en alegría", recuerda Elena Poniatowska del autor "el Rey Viejo".. Su hermano del alma Carlos Fuentes dijo que sin Benítez los mexicanos seríamos más pobres y estaríamos más desintegrados, que aumentaría nuestro dolor y estaríamos más ciegos". Se publica en el libro "Pasajeros con destino" de Luis Gastélum.

Te quiero a las diez de la mañana. "Te quiero a la diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces en las tardes de lluvia. Luego vuelvo a quererte cuando nos acostamos, y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay hora, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti en mucho tiempo. Ya ves ¡quién podría quererte menos que yo, amor mío!". Es parte del poema de Jaime Sabines, que subió David Quitano Díaz al Facebook.

1) El columnista de "Reforma", Armando Fuentes Aguirre "Catón", designó,, hace ya algunos años, al Lic. Pericles Namorado Urrutia, ex-Procurador de Justicia y ex-Presidente del Congreso local, como Presidente Nacional de la Asociación de Funcionarios con Nombres Raros, y cada vez que nombraban a alguien con estas características lo remitía con el Mtro. Pericles para que fuera afiliado. Al guerrerense Píndaro Urióstegui Miranda lo nombró como Vicepresidente de esa asociación. 2) Hablando de nombres raros, el ex-Jefe de la Oficina de Hacienda Federal en Veracruz y ex-funcionario de Sefiplan, Alfonso Sanfilippo Lacayo, tuvo una colaboradora de nombre Disney Landia Chávez Luna, y cuando trabajó en el DF en la Dirección General del Impuesto Global de las Empresas, de la SHCP, su jefa era la C.P. Zoyla Alegría de las Flores. Lo escribe Felipe Hakim, directivo de este Portal.

1) "Te diré un gran secreto, mi amigo, no esperes por el juicio final: pues tiene lugar cada día": Albert Camus. 2) "Toma para tí los consejos que das a otros": Tales de Mileto. 3) "Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama": San Agustín. 4 "No te apresures. No te preocupes. Estás aquí sólo en una corta visita, así que no olvides detenerte y oler las flores": Walter Hagen. 5) "Mira a las estrellas, pero no se te olvide encender la lumbre en tu hogar": Proverbio alemán. 6) "Si quieres que tus hijos tengan una vida tranquila y segura, edúcalos con un poco de hambre y un poco de frío: Proverbio chino. 7) "Si quieres que algo se haga, encárgaselo a una persona ocupada": Proverbio chino. 8) "Piensa como un hombre de acción y actúa como un hombre de pensamiento": Henri Bergson. 9) Preferible que el consejo preceda la acción, a que el arrepentimiento la siga": Demócrito. 10) "Nunca debe uno resistirse a las llamadas de la intuición": Alexis Carrel. 11). "No trates de guiar al que pretende elegir por sí mismo su camino": William Shakespeare. 11) "No pidas a la divinidad lo que no puedas conservar una vez obtenido". Demócrito. 12) "No te contentes con alabar a las gentes de bien, imìtalas". Isócrates. 13) "No hay que levantar el pie sino hasta que el otro está firme": Jorge Icaza Coronel.