Vamos a hablar de algo que podría ser considerado como el jurásico en la historia de la gimnasia olímpica, vamos a recordar a una gimnasta, checoslovaca ella –su país, que ya no existe, se llamaba en aquel entonces Checoslovaquia-. Su nombre: Vera Cáslavska y fue, con mucho, la reina de los Juegos Olímpicos de México 68. En nuestro país fue la gran estrella de la gimnasia olímpica, es la única gimnasta en el mundo que ha ganado el oro en todas las pruebas individuales: All Around, barra de equilibrio, salto de potro, barras asimétricas y suelo (manos libres). Cuando vino a competir a México ya era toda una veterana, tenía ¡26 años!, nada más para darse una idea de su veteranía para la gimnasia, Nadia Comaneci fue campeona olímpica a los 14 años. Con todo, Vera se ganó el corazón de todo el pueblo de México, porque además de ser la estrella indiscutible de la gimnasia, escogió a nuestro país para casarse, por la iglesia y en la Catedral Metropolitana, acontecimiento por el que el pueblo se volcó vitoreando a la reina gimnástica y que transmitida por televisión, en directo y en blanco negro a todo el país, por Telesistema Mexicano, lo que hoy es Televisa. Vera participó en tres juegos olímpicos, desde Roma en el 60, Tokio en el 64 y en México 68. Ya retirada, luchó activamente en contra del régimen comunista soviético, bajo cuya égida se encontraba su país, posteriormente pugnó por la separación de lo que hoy son las repúblicas Checa y Eslovaca. Lo escribió Marco Aurelio Gonzàlez Gama, directivo de este Portal.

La temporada de primavera me gusta, entre otras cosas porque es época de chinenes (en algunos lugares también les dicen chininis). Para definir este delicioso fruto tropical propio del trópico húmedo, lo diría como lo decía mi padre si viviera: “¡Es como una mantequilla vegetal!”, y es que no hay nada más grato para el paladar humano que saborear una tortilla de maíz, de mano o de fábrica, untada con la pulpa de este exquisito manjar que dan los árboles, aderezado además con una pizca de sal, y ya si es usted muy exigente recomiendo que al taco además le agregue una discreta porción de auténtica salsa macha, como la que se hace en mi rancho, es decir, de chile comapeño, dispersa a lo largo de la tortilla, para después enrollarla y entonces sí, dispóngase a saborearla porque le garantizo que esa sí es una experiencia religiosa. El chinene, que en Veracruz tenemos la suerte de encontrarlo abundantemente con cualquier marchanta, viene siendo como un pariente pobre del aguacate, de la pagua como le dicen en otras partes de América. La tortilla de por medio es importante, pero para consumirlo no requiere más que de una cuchara para raspar la pulpa fibrosa de la cáscara rugosa del fruto, que va del verde al color café, agréguele tantita sal, nada más tantita como para resaltar su delicado e indescifrable sabor y a paladear se ha dicho. ¡Nada más! Lo escribiò Marco Aurelio Gonzàlez Gama, directivo de este Portal.

"Cuando despertó, Tito ya no estaba ahí".. Son sólo siete palabras que han estremecido las letras. Aunque pareciera una frase abandonada por el temor a la página en blanco o porque el tema no daba para más, en sí es el cuento más breve de la literatura, una obra maestra: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí"... Augusto Monterroso, muerto en 2003 a los 82 años, es el culpable de la escritura de millones de páginas sobre esa sola línea. Y es que la brevedad, la concisión, la linealidad y un estilo directo son las característica de la narrativa del desaparecido autor guatemalteco nacido en Honduras y radicado en México desde hacía medio siglo. La vida es corta y el arte largo, decía el escritor mejor conocido como Tito al definir su virtud para ser breve, sin embargo el autor de "La oveja negra y demás fábulas" no le daba más crédito a ese atributo literario que el resultado de su trabajo". Se publica en el libro "Viajeros sin destino" de Luis Gastélum.

1) "Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo..Y por las calles voy sin nutrirme, callado.. No me sostiene el pan, el alba me desquicia.. Busco el sonido líquido de tus pies en el día... Estoy hambriento de tu risa resbalada.. De tus manos color de furioso granero.. Tengo hambre de la pálida piedra de las uñas.. Quiero comer tu piel como una intacta almendra... Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura.. La nariz soberana en tu arrogante rostro.. Quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas... Y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo.. Buscándote, buscando tu corazón caliente.. Como un puma en la soledad de Quitatrúe". 2) "Amo el trozo de tierra que tú eres.. Porque de las praderas planetarias.. Otra estrella no tengo. Tú repites.. La multiplicación del universo... Tus anchos ojos son la luz que tengo.. De las constelaciones derrotadas.. Tu piel palpita como los caminos.. Que recorre en la lluvia el meteoro.. De tanta luna fueron para mí tus caderas.. De todo el sol tu boca profunda y su delicia.. De tanta luz ardiente como miel en la sombra... Tu corazón quemado por largos rayos rojos.. Y así recorro el fuego de tu forma besándote.. Pequeña y planetaria, paloma y geografía".

1) Hoy tu tiempo es real. "Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa.. Y aunque otros olviden tus festejos.. Las noches sin amos quedaron lejos.. Y lejos el pesar que desalienta... Tu edad de otras edades se alimenta.. No importa lo que digan los espejos.. Tus ojos todavía no están viejos.. Y miran, sin mirar, más de la cuenta... Tu esperanza ya sabe su tamaño.. Y por eso no habrá quien la destruya.. Ya no te sentirás solo ni extraño.. Vida tuya tendrás y muerte tuya.. Ha pasado otro año y otro año.. Les has ganado a tus sombras, aleyuya". 2) Amor, de tarde "Es una lástima que no estés conmigo.. cuando miro el reloj y son las cuatro.. Y acabo la planilla y pienso diez minutos.. Y estiro las piernas como todas las tardes.. Y hago así con los hombros para aflojar la espalda.. Y me doblo los dedos y les saco mentiras... Es una lástima que no estés conmigo... cuando miro el reloj y son las cinco.. Y soy una manija que calcula intereses... O dos manos que saltan sobre cuarenta teclas.. O un oído que escucha como ladra el teléfono... O un tipo que hace números y les saca verdades... Es una lástima que no estés conmigo.. cuando miro el reloj y son las seis.. Podrías acercarte por sorpresa.. Y decirme "¿Qué tal?", y quedaríamos.. Yo con la mancha roja de tus labios.. Tú con el tizne azul de mi carbónico".

Perdón por esto que podría parecer una inconciencia de mi parte al no hablar del tema central mundial, pero obligadamente hay que hacer un espacio en medio de la hecatombe para hablar de cosas más ligeras, de cosas que nos ayuden a sobrellevar esta cuarentena y para ello les quiero compartir cuáles son las películas que nunca voy a dejar de ver, a pesar de ya haberlas visto infinidad de veces. No son obras de arte de la cinematografía mundial, no son filmes premiados por la crítica mundial, no participan de los grandes festivales de cine como Cannes, Berlin, Sundance, Venecia o de San Sebastián, ni participan por los premios Oscar. Pero a mi me gustan por ligeras, palomeras, divertidas, algunas muy ingeniosas en sus tramas, otras son verdaderos blockbuster y, repito, cada vez que puedo las vuelvo a ver sobre todo porque las suelen repetir en la televisión, abierta y por cable. Y en este recuento empezaría con la saga de ‘Misión Imposible’, las de Tom Cruise (Ethan Hunt). Van 6, acabo de ver la última, no la había visto. Todas las podría ver cientos de veces. Desde la música del compositor argentino Lalo Schifrin, que me remonta a la serie de televisión original de 1966. Para darse una idea del éxito taquillero de los 6 films, le han metido poco más de 800 mdd y ha recaudado casi 3,500 mdd. Cada una ha ido superando a la inmediata anterior, acción pura. De ahí me brinco a ‘La boda de mi mejor amigo’ (1997), con Julia Roberts, comedia, en ella descubrí el lado más sensual de la Roberts. Sigo con ‘La joya de la familia’ (2005), comedia ligera de enredos familiares, protagonizada por Diane Keaton. Perfecta para ver en navidad. Continúo con ‘Duro de matar’, de Bruce Willis, las primeras son sensacionales. Después pondría a ‘Alguien tiene que ceder’ (2003) con Diane Keaton y un hilarante Jack Nicholson. La siguiente es ‘Nothing Hill’ (1999) con la Roberts y Hugh Grant. Y para terminar, por el momento, las sagas del 007 (quitando las de Thimoty Dalton y Pierce Brosnan) y ‘El Padrino 1 y 2, la 3 no me gustó. ¿Cuáles son las suyas? Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.  

1) "Adelántate a tus hermanos en el amor; no esperes a ser amado, ama primero. Da el primer paso. 2) Aunque nos gusta que se digan cosas bonitas de nosotros hay que tener cuidado (...) Despójate de toda pretensión e ilusión efímera y ve a lo esencial, a lo que te promete vida, a lo que te da dignidad (...) No le tengas miedo a la humildad. 3) Hoy se nos dice que cuanto más alta tienes la nariz, más importante eres. Hoy se nos dice que cuando más vanidoso aparezcas, vas a tener más fuerza. No, no va por ahí la cosa. Sé modesto (...), escucha, convive. Reconoce tu dignidad y la de los demás. Ama y déjate amar. 4) El acusarse a uno mismo es siempre un acto de humillación que conduce a la humildad. Y cuando uno opta por ese camino, opta por la lucha y por el triunfo".

  De las grandes virtudes del Séptimo Arte es esa capacidad que tiene de provocar todo tipo de emociones. Nuestro estado de ánimo cambia con una sola expresión. Las imágenes, los diálogos, los personajes, el vestuario, la escenografía –la ambientación-, los paisajes, los efectos especiales y los recursos técnicos y tecnológicos, todo influye en el cinéfilo. Todos estos recursos hacen que el cine tenga magia, que sea mágico, que sea un poderoso arte que atrae a millones de espectadores en todo el mundo, que nos hace soñar con ese lenguaje tan particular que nos emociona y conmueve hasta las lágrimas, las más de las veces. No podía dejar la ocasión, a partir de una noticia lamentable, la de la muy triste partida del maestro Ennio Morricone, para mencionar a la música, a las bandas sonoras del cine que sin ellas no sería ese maravilloso arte que es. Y es que al hablar de música para el cine de inmediato nos tenemos que remitir al gran músico y creador italiano. Casi casi se puede decir que es la contracara de este maravilloso entretenimiento. No quiero, porque además no puedo hacer un repaso a una carrera ¡enorme!, que abarcó más de 60 años dentro de la industria, se habla de más de 500 colaboraciones, algunas míticas, memorables, legendarias, que ahí han quedado para la posteridad: ‘Cinema Paradiso’, ‘La misión’, ‘El bueno, el malo y el feo’, ‘Erase una vez en América’, ‘Malèna’, ‘1900’, ‘Los intocables’ y para qué le sigo. Ennio tenía la enorme virtud de provocar en el narrador un llanto festivo e incontrolable, cosa que siempre le voy a agradecer al italiano. Lamento mucho su partida en 2020, se fue pero se quedan sus geniales obras musicales con nosotros, de eso estoy seguro. Foto de "Marca". Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

Nunca una sentencia como tal había sido más cierta. Para quien me conoce sabe que, en mi caso, cuando se trata de comida la verdad es que me ando sin rodeos. Pa qué más, me declaro orgullosamente omnívoro. Mientras sea comestible y cocinable le entro a todo, no hago distingos ni discrimino. Y si hay un plato por el que siento una debilidad irreprimible, devoción para que se me entienda, ese es el mondongo, menudo, mole de panza o como simplemente se le conoce popularmente, por la pancita. Toda, cuajo, libro, cacarizo –mi favorito- y/o callo, bien lavadita y tiernamente cocida, servida en una buena infusión caldosa de tomate, ramas de epazote, cebolla, ajo, guajillo y chile serrano seco, acompañada de cebollita picada, orégano seco, chile seco molido y tortillitas de maíz recién echadas, mmm… soy capaz de cualquier crimen porque no me resisto a tan tentadora tentación. Cuando viví en la capital tenochca, junto a un querido compadre del alma nada más andábamos buscando en dónde desayunar una rica panza los sábados, y cuando se me vienen a la mente aquellos estudiantiles años, me froto las manos y no puedo evitar salivar. Y la he comido en mercados, en fondas, en paradores del camino –en Tres Marías, en la México-Cuernavaca, y el de Aguilar Yarmuch estaba mu bueno- y hasta en restaurantes muy fifí en donde se conocen como callos, comúnmente guisados a la madrileña con garbanzos, chorizo y morcilla, pero recomiendo las ‘quecas’ de panza, fritas o con huarache doblado al comal. Y ya sabe usted, nunca me ofrezca invitarme a comer médula, sesos, riñones, hígado, ojo, cachete, tripitas o tuétano porque jamás le voy a decir que no, y ahí usted sabe a lo que le tira. Sobre advertencia no hay engaño. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Foto de Rogelio Ordóñez.

1) "Detén tu marcha y trata de ser feliz. ¿Por qué te afliges, pequeña mía? Dame vino, la noche se acerca". 2) "Mira y escucha. Una rosa tiembla, agitada por la brisa, y el ruiseñor le canta un ritmo apasionado". 3) "Si sabes que nada puedes hacer contra tu destino, ¿por qué te produce ansiedad la incertidumbre del mañana? Si no eres tonto, goza del momento presente". 4) Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate por ser feliz hoy. Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de la luna y bebe pensando en que mañana quizá la luna te busque en vano". 5) "Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa". 6) Lámparas que se apagan, esperanzas que se encienden: la aurora". 7) "¡Qué mezquino el corazón que no sabe amar! Si no estás enamorado, ¿cómo puedes gozar con la deslumbrante luz del sol o la suave claridad de la luna?".