Cápsulas Empresariales

¡Híjole, híjole, híjole!, no nos atreveríamos apostar a que en los próximos comicios federales el partido Movimiento Ciudadano de Dante Alfonso Delgado Rannauro, dueño, señor y franquicitario oficial de esta organización política nacional mantenga el registro nacional como partido político, ¡híjole, quién sabe!, pero sacar el 3% del total de la votación nacional es una meta que se antoja sino difícil, ¡dificilísima!, para un partido como el de Dante que, quiérase o no, sin duda ha venido a la baja en el espectro político del país en su conjunto. Hasta no hace mucho, Convergencia (por la Democracia como se llamó en sus inicios) hoy Movimiento Ciudadano fue un partido que prometía, le andaba disputando la quinta posición en el escalafón de partidos políticos nacionales al Verde del "niño ídem", por supuesto al Partido del Trabajo y muy por encima de otros partidillos que tuvieron una vida efímera dentro del escenario político de México. Hoy el Verde parece que va a confirmar su crecimiento como 4° como partido "veleta" que es del PRI, enseguida es muy probable que se encuentre el PANAL, en 6° el Partido del Trabajo y, muy probablemente, en 7° se ubique el MC. Con lo anterior lo que queremos decir es que quién sabe si pueda cumplir el partido de Dante con la expectativa de obtener, cuando menos, el 3%, se ve difícil y, por lo tanto, en una de esas Marcelo Ebrard no llega a ser diputado federal por la vía de la representación proporcional. Lo menos que se puede decir en cuanto a la actuación de Marchello en el caso del desastre constructivo de la línea 12 es que actuó con demasiada ligereza, reprobable y con un descuido de los detalles de su parte imperdonable. Así es que, ¿quién sabe?

Esta vez fue la del periodista y escritor Armando Ortiz, que escribió en su FB su total decepción con la película protagonizada por la hija de Don Johnson y Melannie Griffith, Dakota Johnson, pero hoy Nicolás Alvarado en el noticiero matutino que conduce Carlos Loret de Mola habló también de la profunda desilusión que le causó el haber visto la polémica película y puso como ejemplo de dos buenas películas eróticas de mediados de los años 70 a las que 50 sombras de Grey no le llegan ni a los talones en cuanto a erotismo se refiere. Una de ellas es la muy memorable El portero de noche (Il portiere de notte), estrenada en 1974 y dirigida por la italiana Liliana Cavani, que es una muy solvente directora cinematográfica de cuya autoría también vimos ya otra muy buena película: Más allá del bien y del mal, que ess un relato biográfico sobre un momento de la vida del filósofo alemán, filósofo maldito para muchos, Federico Nietzche, fundamentalmente, pero que también narra los devaneos que a base de fuertes dosis de opio se aventaba éste junto al compositor Richard Wagner, también maldecido por muchos por ser el preferido del III Reich. Esta última película, nada más por el título, nos da una idea de las bacanales que la Cavani describió en el film, en donde personajes como los retratados, genios al fin, se permitían todo tipo de exceso, sin límites. Pero volviendo a El portero de media noche, se convirtió pronto en una película de culto protagonizada intensamente por el británico Dirk Bogarde, un duro entre los duros, de personalidad muy atípica y enigmática, y la actriz también británica, una diosa sexual sin duda, Charlotte Rampling. Esa película, categóricamente afirmamos que sí era ejemplarmente erótica. Desde el muy buen guión que nos describe la historia de un ex custodio nazi de la Rampling que la sometía en su reclusión a todo tipo de abuso sexual y de cómo, tiempo después, al término de la II guerra mundial y a la vuelta de la normalidad y ya habiendo Charlotte recuperado su vida en libertad, convertida en la esposa de un célebre director de orquesta, en un viaje a Viena, descubre a su ex carcelero que luchaba por ocultar su pasado nazi. invirtiendo los papeles convirtiéndose él en esclavo sexual de la dama que lo somete a las más indecibles torturas sexuales impregnadas de un sadomasoquismo muy noir. Memorable, si la pueden ver rentada en algún video club de culto, lo único que les podemos decir es que es ampliamente recomendable. La otra película de la que habla Nicolás Alvarado es de Bella de día (Belle de jour), el clásico de Luis Buñuel protagonizado por la muy hermosa Catherine Deneuve, pero de esta película les hablaremos otra vez .

Lo venimos escuchando desde los 60's. Recodamos perfectamente la portada de su primer Long Play que cayó en nuestras manos, elegantemente ataviado, con una especie de frack, camisa con olanes al frente y corbata de moño y el "príncipe" aparecía como tocando un bajo, pero como decimos en el título del presente, era él, José Rómulo Sosa Ortiz, que el pasado 17 de febrero cumplió 67 años ya que nació un ya lejano año de 1948 en la ciudad de México, D. F., pero José José, como mejor fue conocido en el mundo de la canción, fue durante cuando menos 25 años, el verdadero rey de la cancion en México, un autentico ídolo que nos subyugaba con su  timbre de voz, todos, de alguna manera, intetábamos cantar o tratábamos cantar como él, con todos ustedes, damas y caballeros, el "príncipe de la canción": https://m.youtube.com/watch?v=x3f7UBCr6oo

Como actor nos deleitaba su histrionismo, verlo actuar era como un flashback, como un regreso al expresionismo alemán, exagerado como un Klaus Kinski en  Nosferatu, sacando los ojos y agrandando la boca para enfatizar sus gesticulaciones. Lo recordamos en Chinatown al lado de la hermosísima, en aquellos años, Faye Dunaway, o todavía más atrás en Easy Rider con los incombustibles de Peter Fonda y el grandioso de Dennis Hooper, pero no fue hasta Atrapados sin salida, en un papel como escrito especialmente para él, para esa personalidad tan desajenada que tuvo su epítome en el Batman de Tim Burton (1989) en su memorable papel del Guasón, pero a donde de veras nos apantalló fue en El cartero llama dos veces con la hermosisima Jessica Lange, perdonen ustedes pero esa escena de la mesa de la cocina, no tiene nombre, cimbra al más centrado y ecuánime, qué 50 sombras de Grey y ni qué nada, esa escena era erotismo puro, sin olvidar El resplandor, por supuesto, en donde se volvió a interpretar a sí mismo. Creíamos que era indestructible hasta que el Alzheimer lo consumió y nos privó de ver en la pantalla al loco más delirante y amado de todos los tiempos. Ya nunca volveremos a ver su sonrisa demoniaca sobre una pantalla.