Mejor conocido simplemente como Salvador Díaz Mirón, nació en el puerto de Veracruz un 14 de diciembre de 1853 y murió el 12 de junio de 1928, o sea hace un mes cumplió 95 años de muerto, y veo no sin pena que, conforme transcurre el tiempo, la figura del poeta por antonomasia de Veracruz se me hace cada vez más lejana, sobre todo después de una infancia en donde se leía mucho su poesía. El Dictamen, ‘el decano de la prensa nacional’, por ejemplo, era un periódico que no dejaba descansar al vate, muchos domingos de los años setenta disfruté en sus páginas dominicales de los versos de Díaz Mirón y hoy, con pena observo que su obra se pierde en la lejanía del tiempo. No sé, a lo mejor es mi percepción pero siento que nos estamos olvidando de él. Yo pertenezco a una generación que uno solo de sus poemas nos dejó marcados a muchos para siempre, “Paquito”, que era como el espejo en el que nos mirábamos todos cuando alguna vez fuimos niños, hacíamos travesuras y pedíamos perdón a nuestros padres ¡jurando que no lo volveríamos a hacer! -¡qué mentira más grande!-: “Papá no me quiere. Está donde juzga y riñe a los hombres que tienen la culpa. Si voy a buscarlo, él bota la pluma, se pone muy bravo, me ofrece una tunda. Mamá, soy Paquito; no haré travesuras”. Y nunca dejé de hacer travesuras. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

1) "No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero puedes comenzar donde estás y cambiar el final": C.S.  Lewis. 2) "Los únicos que te dicen la verdad se llaman "Tiempo" y "Destino": Rincón del Tibet. 3) Ley de oro: "Trata a los demás como te gustaría ser tratado". 4) No busques cuento con final feliz, busca ser feliz sin tanto cuento": Bio Guía. 5) "El silencio no siempre es cobardía, muchas veces es prudencia y otras veces inteligencia". 6) "La risa no tiene tiempo, la imaginación no tiene edad y los sueños son para siempre". Las subió Elena Reyes Ortiz al Facebook.

Ahora que hablamos de algunas de las voces más importantes del mundo el siglo pasado, que ya dejamos claro que, para nosotros fue Francis Albert Sinatra Garaventa, mejor conocido como Frank Sinatra, hubo varios lectores a los cuales les pareció un tanto injusto que dejáramos de mencionar a dos grandes voces, mexicanas ambas, y que sí, es cierto merecerían formar parte del selecto grupo de las “mejores voces” del siglo pasado, desde luego haciendo la aclaración de que fueron voces grandes, de mucha repercusión, sobre todo en Latinoamérica, pero que nunca alcanzaron una presencia mundial relevante, y nos referimos concretamente a Marco Antonio Muñiz y a José José. Y efectivamente, tienen razón nuestros lectores porque en el caso del primero, “el lujo de México” como alguien lo llegó a bautizar muy acertadamente, nadie como él para interpretar con tanta elegancia el bolero, ¡ah qué manera de cantar de Marco!, y presenciar personalmente su espectáculo era otra cosa. Se decían muchas cosas de este hombre longevo y de privilegiada voz, desde que era un borracho hasta de su adicción por algún estupefaciente, la verdad es que nunca creímos ninguna de esas versiones, Marco era grande y cantaba como pocos. En el caso de José José, si la de Marco era una voz privilegiada, la de este hombre era una voz que solo Dios se la podía haber dado. En nuestros años preparatorianos todo mundo quería cantar como él, sus canciones eran las preferidas para que se entonaran en los “gallos”, por supuesto después de las de cajón: “Despierta”, “La Barca”, “El Reloj”, “Página blanca”, etc., ya sabe usted, sus éxitos de Rafael Pérez Botija, Juan Gabriel, Roberto Cantoral y de José María Napoleón. Grandes voces las dos sin duda,. ¿Usted qué opina? Lo escribíó, hace más de dos años, Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

A la que pasa. "La avenida estridente en torno de mí aullaba.. Alta, esbelta, de luto, en pena majestuosa.. Pasó aquella muchacha, con su mano fastuosa.. Casi apartó las puntas del velo que llevaba... Agil y ennoblecida por sus piernas de diosa.. Me hizo beber crispado, en un gesto demente.. En sus ojos el cielo y el huracán latente.. El dulzor que fascina y el placer que destroza... Relámpago en tinieblas, fugitiva belleza.. Por tu brusca mirada me siento renacido.. ¿Volveré acaso a verte? ¿Serás eterno olvido?... ¿Jamás, lejos, mañana? pregunto con tristeza.. Nunca estaremos juntos. Ignoro a dónde irías.. Sé que te hubiera amado. Tú también lo sabes". El vino de los amantes. ¡Hoy es espléndido el espacio!.. Sin freno, ni espuelas, ni brida.. Partamos a lomos del vino.. hacia un cielo divino y mágico... Cual dos ángeles torturados.. por implacable calentura.. En el cristal azul del alba.. sigamos tras el espejismo... Balanceándonos sobre el ala.. del torbellino inteligente.. En un delirio paralelo... Hermana, navegando juntos.. Huiremos sin reposo o tregua.. Al paraíso de mis sueños".

En realidad a Óscar Chávez en su faceta de cantante ya lo conocí de adulto. Cuando llegué a México a cursar la profesional. Allá por el 78-79. Tarde si tomamos en cuenta que este trovador traía una ya una larga carrera que databa de 1963. Desde la primera vez que lo escuché conecté con su estilo, de lo que se conocía como nuevo canto latinoamericano, un poco una cruza con la canción de protesta que pusieron en boga en EE UU gente de la talla de Bob Dylan, Joan Baez, Cat Stevens e, inclusive, Simon and Garfunkel. Quién no recuerda las maravillosas interpretaciones de Baez del tema principal de la película ‘Sacco y Vanzetti’ (‘Here’s to You’) de 1971 (Guiliano Montaldo), ‘Los sonidos del silencio’ (1964) del que fue el dueto de Simon y Garfunkel y ‘La respuesta está en el viento’ (1963) de Dylan. Los años 60 fueron definitivos para el pensamiento libertario y emancipador de los jóvenes en todo el mundo, no hay que olvidar ‘Woodstock’ (1969), que fue como un grito de ¡acá estamos! Es precisamente en esos ambientes en donde surge el Óscar Chávez, siempre congruente, coherente, comprometido social y políticamente hasta el último día de su vida. Habría que ponerlo como justo homenaje a su memoria junto a otros grandes como Luis Eduardo Aute, Víctor Manuel y Joan Manuel Serrat; el uruguayo Alfredo Zitarrosa y los argentinos Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa. Un grande indiscutible nuestro gran Óscar, que además supo trascender el tiempo, los que fuimos jóvenes antes lo vitoreamos y los de hoy también lo llegaron a amar, coreando sus canciones conmovida y rabiosamente. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

1) "Provoca a tus adversarios para ver cómo reaccionan. Si son débiles, aplástalos, y si son fuertes, negocia. 2) Confía en tu instinto. No te menosprecies. Tienes que confiar en tì mismo y darte crédito. 3) Aprende a bajar la guardia para obtener un beneficio posterior. En los negocios y en lo que emprendas, no siempre se puede lograr lo que uno quiere y espera. 3) Se paciente. La paciencia es una virtud que te darà grandes recompensas. 4) Si sabes exactamente lo que quieres lograr, entonces guárdatelo para tì. No andes divulgando todas tus ideas". Están contenidas en su libro "El arte de la negociaciòn" escrito por Donald Trump en 1987.

Si mis manos pudieran deshojar. "Yo pronuncio tu nombre.. en las noches oscuras.. cuando vienen los astros.. a beber en la luna.. y duermen los ramajes de las frondas ocultas... Y yo me siento hueco de pasión y de música.. loco reloj que canta.. muertas horas antiguas... Yo pronuncio tu nombre.. en esta noche oscura.. y tu nombre me suena.. más lejano que nunca.. Más lejano que todas las estrellas... y más doliente que la mansa lluvia... ¿Te querré como entonces alguna vez?.. ¿Qué culpa tiene mi corazón?.. Si la niebla se esfuma.. ¿qué otra pasión me espera? ¿Será tranquila y pura?.. Si mis dedos pudieran deshojar a la luna".

1) Al gran cero (del apócrifo Abel Martín). "Cuando el Ser que se es hizo la nada.. Y reposó, que bien lo merecía.. Ya tuvo el día noche y compañía.. Tuvo el hombre en la ausencia de la amada... Del umbral brotó el pensar humano.. Y el hueco universal alzó, vacío.. Ya sin color, desubstanciado y frío.. Lleno de niebla ingrávida, en su mano... Toma el cero integral, la huesca esfera.. Que has de mirar, si lo has de ver, erguido.. Hoy que es espalda el lomo de tu fiera... Y en el milagro del no ser cumplido.. Brinda, poeta, un canto de frontera.. A la muerte, al silencio y al olvido". 2) Arde en tus ojos: "Arde en tus ojos un misterio, virgen.. esquiva y compañera.. No sé si es odio o es amor la lumbre.. inagotable de tu aljuba negra... Conmigo irás mientras proyecte sombra.. mi cuerpo y quede a mi sandalia arena... ¿Eres la sed o el agua en mi camino?.. Dime, virgen esquiva y compañera".

Es curioso cómo todas poblaciones, o al menos muchas que yo conozco, tienen un sello característico que las distingue. Puede ser un especie de árboles, Tehuacán por ejemplo, los gigantescos laureles de la India que había en su jardín central –ahí al zócalo o parque central así le llaman-; alguna planta o flor en específico como a Cuernavaca la distinguían hace mucho tiempo las bugambilias, que en la ‘ciudad de la eterna primavera las había en todas sus tonalidades adornando sus parques y camellones, a Xalapa misma la distingue una conífera frondosa como la araucaria, que aunque es una especie exótica, ha adquirido una especie de certificado de origen de la ciudad capital, y así podríamos seguir hablando de otros sellos distintivos. En mi ciudad natal, no hay una planta o árbol en particular, se podría decir de la jacaranda, pero desafortunadamente no quedan muchas, aunque hace muchos años había algo en particular que distinguía a Córdoba, y ese algo era el olor de la semilla del ajonjolí tostado y molido que despedía la antigua fábrica de aceites ‘El faro’, que hace unos cuarenta años se ubicaba dentro de un perímetro céntrico de la ciudad, luego entonces en plena época de tueste y molienda inundaba con su exquisito aroma a buena parte de la zona urbana del pueblo. Quien habrá presenciado alguna vez cómo se elabora el famoso ‘moli’ huatusqueño llamado Tlaltonile, que se elabora a base de semillas de ajonjolí y de calabaza doradas y molidas, sabrá muy bien de lo que estoy hablando, de un aroma incomparable que durante muchos años perfumó a la ciudad de Córdoba. Con la construcción del parque industrial en la época en la que fue su presidente municipal el Lic. Héctor Salmerón Roiz, la antigua fábrica de aceites ‘El faro’ se trasladó a esa área especialmente dispuesta para la instalación de factorías industriales. Otra cosa que caracterizaba a la fábrica, es que a las 7 de la mañana sonaba una chicharra que anunciaba el inicio de labores y a las 3, puntualmente, el horario de salida y terminación de la jornada laboral. Este sonido, que se oía en todo el rancho, marcaba el inicio de actividades escolares de las familias cordobesas. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

Que se quede el infinito sin estrellas / o que pierda el ancho mar su inmensidad / pero el negro de tus ojos que no muera / y el canela de tu piel se quede igual / si perdiera el arco iris su belleza / y las flores su perfume y su color / No sería tan inmensa mi tristeza / como aquella de quedarme sin tu amor / me importas tú, y tú, y tú / y solamente tú, y tú y tú / me importas tú, y tú, y tú / y nadie más que tú / Ojos negros piel canela / que me llegan a desesperar / Me importas tú, y tú, y tú / y solamente tú, y tú y tú / Me importas tú, y tú, y tú / Y nadie más que tú… perdónenme estimadas lectoras y lectores que reproduzca casi íntegra esta monumental composición de los años 50 de Bobby Capó, pero con esta y otras históricas canciones descubrí la sensibilidad y el romanticismo a través del larga duración ‘Amor’ (conocido también como ‘Eydie Gorme canta en español’), esa muy afortunada grabación conjunta de Los Panchos y Eydie Gorme del año de 1964. Fue un hit en toda Hispanoamérica, inclusive en Estados Unidos y por supuesto también en México con recordadas canciones como: Nosotros, Sabor a mí, Noche de ronda, La última noche y el tango Caminito. Caray, dos discos me marcaron profundamente en aquellas tempranas épocas de la infancia, el comentado ‘Amor’ y uno de jazz, que es como la esencia misma de este género musical, ‘Time Out’ de Dave Brubeck con ‘Take Five’ como punta de lanza. Este último Long Play grabado en 1959. Increíblemente esta música se agiganta cada día más al paso de los años. ¡Dios salve a Eydie Gorme, a Los Panchos y a Dave Brubeck! Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal