De cara a la elección del 2015, la dirigencia del PRD ha iniciado una campaña de declaraciones con la que pretende dejar claro que ellos constituyen una alternativa distinta a la que representa Andrés López Obrador, líder indiscutible del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El PRD sostiene que Morena no les ha quitado militantes y Jesús Zambrano, todavía presidente del PRD y dirigente de Nueva Izquierda (NI), advierte: “Se había dicho que iba a haber una desbandada de militantes y dirigentes del PRD hacia Morena. ¿Dónde está esa desbandada? Aquí el PRD sigue intacto. El PRD sigue presente en la gente como el partido de izquierda más importante”.
De otro lado, Jesús Ortega, también dirigente de NI, corriente conocida como Los Chuchos, refiere: “Es bueno que las personas sepan que hay cuando menos dos visiones de izquierda en México: una visión fanática, intolerante, populista, demagógica, anacrónica, a veces de un nacionalismo pernicioso, anclada en el pasado, viviendo en el siglo XIX, tratando de repetir la historia como farsa ahora”, en evidente alusión a Morena.
Y refiriéndose al PRD, que existe una izquierda “del siglo XXI, que es capaz de dialogar, y que sabe que el diálogo es consustancial a la política, que sabe dialogar en el Congreso y fuera de él, que también sabe impugnar enérgicamente como lo hemos hecho”. Y Ortega añade que López Obrador “es un líder político con muchas deficiencias y con concepciones que a mi juicio no son de la izquierda; son populistas”.
Morena descalificó al PRD por participar en el Pacto por México y Silvano Aureoles, diputado del PRD y presidente de la Cámara de Diputados, plantea: “Ha sido un momento histórico para el PRD, en el que hemos jugado un papel determinante en los cambios estructurales que se han dado en el país, estamos demostrando que no somos la izquierda del no, somos la izquierda que construye, y sí nos oponemos cuando estamos convencidos de que ésa no es la mejor decisión para el país”.
En términos más fuertes se expresa Miguel Barbosa, senador del PRD y presidente de la Cámara de Senadores, quien sostiene que Morena representa la división de la izquierda en México y que con ese partido lo que López Obrador pretende es “tener un instrumento político a su disposición; ahí no va a haber más voluntad que la de su dirigente”.
El PRD propone al electorado la disyuntiva entre una izquierda moderna y dialogante, que son ellos, y otra anacrónica, populista y cerrada, que es Morena. Las encuestas demuestran que Morena ha crecido, pero no a costa del PRD, sino de los electores independientes y sin partido.
En el 2015, los que votan por la izquierda se tendrán que decidir entre estas dos opciones y habrá que seguir desde ahora, con atención, la evolución de las preferencias electorales, para ver cómo se resuelve esta disputa. ¿Morena le quitará votos al PRD?