Seguramente muchos tenemos la idea de que es difícil en esta época de grandes transformaciones de nuestra actual sociedad, que haya personas carentes del alfabeto. Realidad que nos debe llenar de vergüenza, ya que en la actualidad mundial el analfabetismo es todavía alarmante, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), anunció que al menos 793 millones de personas alrededor de todo el mundo no saben leer ni escribir, este organismo mundial detalló los índices por regiones donde se aprecia la mayor cantidad de personas que no saben leer y escribir. Adelantó que el sur y el oeste de Asia albergan más de la mitad de la población analfabeta mundial, un 51,8 %, mientras que en el África subsahariana vive el 21,4 % de los adultos analfabetos. En Asia Oriental y el Pacífico están el 12,8 % de los analfabetos, en los Estados árabes el 7,6 % y en América Latina y el Caribe el 4,6 %. América del Norte, Europa y Asia Central suman, por su parte, alrededor del 2 % de los adultos analfabeto. La alfabetización es un derecho y, a la vez, el cimiento del aprendizaje a lo largo de toda la vida, la base para mejorar el bienestar y los medios de subsistencia. Por esos motivos la alfabetización es un motor del desarrollo sostenible e integrador, lo que aún es un ideal en muchos sitios y países. Este ocho de septiembre considerado como el Día Internacional de la Alfabetización debemos dedicarlo a que todos como uno solo de los que tenemos y disfrutamos del alfabeto, pongamos de relieve la necesidad de alcanzar las competencias básicas de alfabetización para todos; dotando a cada persona de las más avanzadas aptitudes de lectoescritura y cálculo, como parte del aprendizaje a lo largo de toda la vida. La alfabetización es a la vez un derecho humano, un instrumento de autonomía personal y un medio de alcanzar el desarrollo individual y social. Las oportunidades educativas dependen de la alfabetización. Además, la alfabetización es el eje mismo de la educación y resulta esencial para erradicar la pobreza, reducir la mortalidad infantil, frenar el crecimiento demográfico, lograr la igualdad de género y garantizar el desarrollo sostenible, la paz y la democracia. Existen buenos motivos para que la alfabetización desempeñe una función medular en la educación de todos los pueblos. En nuestro país existen 6 millones de analfabetas, los que representan 7,6% de la población total y acercándola a nuestras entidades federativas, vemos con tristeza que estamos incluidos entre los estados con mayor proporción de analfabetas: Chiapas, con 18,41%; Guerrero, 17,53%; Oaxaca, 16,92%, y Veracruz, 12,02%, mientras que el porcentaje nacional de analfabetismo es de 6,31% para los hombres y 8,89% para las mujeres, en estos estados es superior al doble. Entre los municipios de Veracruz con mayor cantidad de analfabetas se encuentra Tehuipango y Mixtla de Altamirano pero en los 210 restantes el número de éstos es alarmante y pareces ser que la tendencia irá en crecimiento, ya que observamos que para adquirir los conocimientos de lectoescritura mínimos para desenvolverse en la vida; la UNESCO considera que la alfabetización debe representar un continuo aprendizaje y un individuo requiere entre tres y cuatro años de educación primaria, pero la deserción, por incorporar a las nuevas generaciones a una labor productiva es mayor, pese a las nuevas leyes que se utilizan para proteger a éstos, pero con la persecución a sus padres en una forma honesta –clandestina- de ganarse la vida hace mayor la problemática, que se debe considerar como un problema social y no únicamente educativo. Sin duda que los eventos que varias organizaciones de la sociedad civil organizada entre otras el Club de Leones Internacional “Xalapa de las Flores A.C.”, “Fundación Identidad Veracruzana A.C.”, “Otero Ciudadano”, y el SETMAV coadyuvando con algunos municipios en esta “Jornada por la Alfabetización” si bien no son la solución inmediata a esta situación que se enfrenta; son dignas de comentar y emular ¡Estamos! alodi_13@nullhotmail.com