La semana pasada el huracán «Odile» dejó sentir su fuerza devastadora en Baja California Sur y otros puntos del norte del país, dejando temporalmente incomunicado a este estado vía marítima, área y terrestre, además de causar lamentables decesos y cuantiosos daños, que ante la confusión generada desencadenaron saqueos a comercios y casas habitación por gente sin escrúpulos, situación que afortunadamente está siendo controlada.
Turistas, prestadores de servicios y la población en general, compartieron horas de miedo al observar la fuerza de la naturaleza. La operación preventiva por parte de las autoridades de protección civil fueron decisivas para mantener a salvo al menos a siete mil personas en zonas de riesgos y alrededor de treinta mil turistas que se encontraban en la zona, para lo cual fueron resguardados en los ciento sesenta y cuatro albergues habilitados.
Cinco municipios de Baja California Sur han sido declarados zona de desastre y el 92 por ciento de los usuarios de energía eléctrica resultaron afectados por la interrupción del servicio.
De manera oportuna, el gobierno de la República ordenó la evacuación de los turistas a través de un puente aéreo, habilitado por la Marina Armada de México y permitir los trabajos para restablecer las condiciones normales en la entidad.
Ante lo ocurrido, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, suspendió varios eventos de su agenda para acudir de inmediato a supervisar el nivel de destrucción que dejó «Odile» y supervisar que la seguridad de la ciudadanía se encuentre garantizada, para lo cual ordenó que se coordinen la gendarmería nacional y la policía local para restablecer totalmente el orden y cese la rapiña en ciudades como Cabo San Lucas y La Paz.
El presidente de la República afirmó que a través de la Secretaría de Hacienda se otorgarán incentivos fiscales para acelerar los esfuerzos de reconstrucción en las zonas de desastre.
Un aspecto vital, en el cual la CFE trabaja arduamente, es el restablecimiento de la energía eléctrica para, entre otras acciones, garantizar el abasto de agua potable.
Cabe recordar que ante estos fenómenos naturales es importante que la población evite exponerse y tome siempre sus precauciones, siendo crucial mantenerse informado de los fenómenos meteorológicos que pueden afectarnos para saber que hacer y contar con los abastos mínimos para evitar contratiempos y sobretodo exponer la vida ante la fuerza de la naturaleza.
Por otra parte, la tormenta tropical «Polo» mantiene en alerta a Baja California y las costas de Jalisco, por lo cual se recomienda extremar precauciones, mantener la calma y estar atentos a los comunicados de las autoridades para mayor seguridad.
En momentos difíciles como los derivados por desastres naturales, sólo la prevención, tanto individual como gubernamental, y la solidaridad humana pueden ayudarnos a salir adelante y resguardar la integridad física de nuestras familias.