El sábado 4 de octubre, de 13:30 a 14:30 horas, estará en la Sala Emilio Carballido del Teatro del Estado el escritor bombayés-británico Salman Rushdie. Es cierto que intentará hablarnos de su obra literaria, aunque muchos tendrán más ganas de que les relate su vida de condenado a muerte por el ayatola Jomeini, quien desde hace 25 años emitió una fatwa en su contra, porque consideró que una novela suya Los versos satánicos, atentaba contra la religión del Islam porque trataba con irreverencia la figura del profeta Mahoma (la condena se extendió hacia quienes participaran en la edición del libro).
La fatwa es una condena a muerte. Mediante ella, cualquier musulmán tiene la obligación de matar al señalado. Pero el ayatola no se quedó ahí, y el gobierno de Irán prometió una recompensa adicional en económico por la muerte de Rushdie que a la fecha sigue vigente y anda rondando los 3 millones de dólares (al parecer es sólo para musulmanes, por si alguien se andaba animando).
Lo cierto es que si don Salman hubiera buscado causar alguna reacción con esa novela, debería sentirse plenamente satisfecho, pues alrededor de su publicación hubo una larga serie de sucesos y atentados.
Primero, el libro fue publicado en septiembre de 1988 en Inglaterra, y de inmediato empezaron las condenas. La India prohibió su publicación apenas un mes después de salido, el 5 de octubre, y Sudáfrica hizo lo mismo el 24 de noviembre. Antes de que terminara aquel año ya estaba prohibido también en Arabia Saudita, Bangladés, Egipto, Indonesia, Malasia, Pakistán, Qatar, Somalia y Sudán.
Y vean lo que reporta la Wikipedia:
“El 12 de febrero de 1989, cinco personas fueron abatidas por los disparos de la policía durante una protesta contra el libro en Islamabad.
“En los meses siguientes, se produjeron numerosas protestas contra el libro, incluidas quemas de librerías y protestas frente a embajadas británicas. En 1991, Hitoshi Igarashi, traductor de la obra al japonés, fue asesinado en Tokio, y el traductor italiano fue golpeado y apuñalado en Milán. En 1993, el editor noruego de Rushdie, William Nygaard, tiroteado frente a su casa en Oslo, resultó gravemente herido. 37 personas murieron en un hotel en Sivas, en Turquía, al ser quemadas por manifestantes que protestaban contra Aziz Nesin, traductor de Rushdie al turco”.
A partir de la fatwa emitida el 14 de febrero de 1989 por Jomeini, cambió la vida del autor inglés, nacido en Bombay apenas dos meses antes de que La India se liberara y dejara de ser una colonia británica, lo que sucedió en agosto de 1947.
Lo cierto es que a Rushdie le ha seguido toda la vida esta condena, y eso de alguna manera ha velado la calidad de su obra literaria. Su novela Hijos de la medianoche, que ha ganado incontables y merecidos premios, ha tenido que colocarse en un segundo plano por la fama de Los versos satánicos.
Con ese bagaje a cuestas y la fuerza de su obra literaria, oiremos a Rushdie en Xalapa gracias al Hay Festival.
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