No sé usted pero en casa ya no compramos la misma despensa que antes. Quisiera decir que es por salud y cambio de hábitos, sin embargo, estaría mintiendo, el dinero ya no tiene el mismo poder adquisitivo de antes.
Recuerdo mis despensas de hace dos años y realmente comparando con las de hoy, traía un carrito de lujo.
Es más, antes ni me fijaba mucho en el precio y hoy, hasta la calculadora de mi celular saco para ir sumando lo que llevó, no vaya a ser que al llegar a la caja no me alcance y tenga que comparar lo que me hace menos falta para dejarlo.
Aunque bueno, he mejorado en algo, ya no utilizo la tarjeta de crédito para comprar comida. A partir der la nueva reforma fiscal implementada este año, he decidido no dar más tarjetazos que con el tiempo me perjudiquen en lugar de beneficiarme.
Pero no soy la única… ayer leía una nota del portal del periódico Excélsior el cual se titulaba: “Los productos que está dejando de comer el mexicano”.
Al ver el contenido, realmente me llevé una gran sorpresa puesto que mencionaba cereales, puré de tomate, cátsup, salsas caseras, yogurt, pan de caja, bebidas en polvo, jugos y néctares, refrescos y agua saborizada.
Pero ¿Realmente estamos dejando de consumirlos? Según la empresa Nielsen México que realiza varios estudios de mercado, asegura tener datos que muestran la caída de algunos productos hasta en un diez por ciento, caso concreto, las bebidas en polvo, ya que al comparar el bimestre junio y julio de 2013 con el mismo bimestre de este año, se obtuvo tal dato.
El siguiente producto en caída es el yogurt y los jugos y néctares, ambos han bajado su demanda en un 8 por ciento.
Con respecto al agua saborizada, siete de cada cien personas dejaron de comprarla, mientras que cuatro de cada cien dejaron de comprar el pan de caja.
Con estos datos, podemos deducir que el mexicano dejó de comprar porque estos alimentos subieron de precio y no por salud, ya que en el caso de los polvos para preparar bebida y el agua saborizada, se gravaron con el IEPS (Impuesto Especial Sobre Producción y Servicio).
Asimismo, nada tuvo que ver la salud ya que el yogurt y los cereales son parte de una dieta saludable, luego entonces, fue porque los cereales aumentaron también su precio casi el cinco por ciento más al igual que el pan de caja y el yogurt con un ocho por ciento más.
Algo chistoso pasó con los refrescos que aunque también redujeron sus ventas más por propaganda negativa, algunos han logrado mantenerse y repuntar como el caso de la Coca-cola, pues ¿a poco no es una buena estrategia de mercado que tenga el nombre de cada persona? La gente dejó de comprar porque subió un peso por litro, sin embargo regresó a la tienda para buscar el envase que tuviese su nombre.
Debo confesar que me sorprendió la lista pues yo esperaba estuvieran las frutas, verduras, carnes, pescados, aunque realmente pensándolo bien, estos productos desde hace ya varios años el mexicano ha dejado de echarlos en su carrito.
Los que saben de economía consideran que los productos que bajaron su demanda se estabilizarán y que a final del próximo año y principios de 2016 repuntarán su venta pues son productos fuertemente arraigados a la cultura del mexicano.
Tal vez tengan razón, sin embargo, en mi opinión y con mi experiencia de ama de casa, puede ser un negro panorama, pues los alimentos siguen subiendo y yo sigo ganando lo mismo desde hace varios años.

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