Pocas personas han podido labrar su biografía de forma transparente, ante los ojos de propios y extraños. A él lo hemos visto siempre al frente de sus negocios, hablando con las decenas de empleados que tiene, quienes gracias a ese trabajo han dado a sus familias estabilidad económica.

Ha sido Presidente Municipal de Xalapa, Diputado Federal y ahora Diputado local. Siempre postulado por el Partido Revolucionario Institucional, aunque en varias ocasiones ha demostrado que no es priista. Al menos ese tipo de priista que obedece la “línea” sin chistar. Porque lo hemos visto votar diferente al resto de sus bancadas, tanto la federal como ahora, en el Congreso local.

Me refiero a Ricardo Ahued Bardahuil, quien durante la última década ha mostrado que, como el ave “diazmironiana”, se puede pasar por el pantano y no manchar el plumaje.

Hemos visto en la vida a hombres y mujeres que han hecho del servicio público una plataforma para su propia movilidad social y económica; que se han servido, en lugar de servir, y las pruebas son tantas como estos personajes.

Por eso es necesario destacar las diferencias, hacerlas públicas y no dejarlas en el diálogo privado. Quienes hemos nacido en esta ciudad o los que han hecho de Xalapa su ciudad, somos testigos de cómo la familia Ahued se ha esforzado para consolidar y ampliar sus negocios. No ha sido de la noche a la mañana ni en forma “inexplicable”.

Recuerdo que a don Ricardo lo buscaron todos los partidos para que fuera su candidato a la Presidencia Municipal, porque garantizaba el triunfo. Sin importar las siglas, él era un candidato ganador. Sabe del valor de la amistad y de la lealtad. Lo reconocen sus amigos, las muestras públicas son muchas, pero más las que “no se ven”, las privadas. Si alguien predica la máxima de “haz el bien sin mirar a quien”, es precisamente Ricardo Ahued.

Comento lo anterior porque recientemente se informó parte de lo que hace en el Congreso. No sólo preside la Comisión Permanente de Desarrollo Económico, que de por sí es un “paquetote”. Atiende personalmente –en la medida de lo posible–, a todas las personas que acuden a buscarlo a su oficina del Palacio Legislativo.

“En once meses como integrante de la LXIII Legislatura, mediante el trabajo de gestoría, el diputado local Ricardo Ahued Bardahuil ha atendido tres mil 77 solicitudes ciudadanas. A algunas da respuesta inmediata, y en otros casos las canaliza a las instancias correspondientes para su trámite, seguimiento y resolución”.

Hablamos, en promedio, de diez solicitudes diarias que le hacen llegar. Hay que considerar que un Diputado no “ejecuta”. Es decir, carece de un presupuesto o programas de apoyo a la población. Sólo gestiona y es interlocutor entre los ciudadanos y las instancias de Gobierno.

La confianza que la gente tiene a Ricardo Ahued es palpable. Saben que con él no hay medias tintas ni demagogia. Por eso no sólo lo buscan sus representados, sino gente de otros municipios y distritos. Esto habla de una persona que ha sabido servir y ser eficiente.

Ojalá pronto podamos escribir así de todos diputados, porque entonces estaríamos escribiendo de un nuevo Veracruz.

Por hoy es todo. Agradezco su tiempo y paciencia con esta servidora. Nos leemos en la próxima entrega.