Desprestigiado Ángel Aguirre Rivero, es un gobernador que no gobierna.

Lo que ha traído como resultado es lo que viene sucediendo en el Estado de Guerrero, independientemente de que éste siempre ha sido un territorio bronco. Lo que también se puede considerar como el resultado de su incapacidad para gobernar o del contubernio que a cada momento que pasa se percibe tiene con la delincuencia organizada. O puede que sean las dos acciones a la vez.

Pero lo que el arremedo de gobernador ha estado mostrando desde la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela normal de Ayotzinapa, es aún peor. Pues cómo es posible que haya llegado al cargo de mayor responsabilidad en todos aspectos de una entidad federativa, apoyado por un partido político, en este caso el desorganizado y decadente Partido de la Revolución Democrática, algo así. Y al hacer referencia del hasta el momento de redactar la presente aún Gobernador del Estado de Guerrero, en forma tan despectiva, es porque después de estar escuchando durante estos días su forma de expresarse ante tan gravísimo problema, difícilmente puede dársele el calificativo de persona o de animal -una disculpa para todos los animales- pues realmente la incapacidad que muestra, su estupidez, su ignorancia y su corrupción, hacen muy difícil darle alguna clasificación dentro de este planeta. Pero lo más grave es que llegó y ahí está, teniendo como consecuencia lo que ya conocemos. Aunque como dice el dicho; “No tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”.

En el presente caso, refiriéndonos al Ejecutivo del Estado de Guerrero, si tuviera dignidad o vergüenza, desde las primeras palabras que uso en torno a la situación el Presidente de México, el priista Peña Nieto, debiera haber solicitado licencia. Pero los que trabajamos como reporteros dentro del mundo de la política, sabemos que tanto la dignidad o la vergüenza, son cualidades que difícilmente son conocidas en el medio político y por consiguiente, mucho menos practicadas por la mayoría de los integrantes de este desprestigiado sector de la población del país. A lo que tenemos que sumar, el beneficio económico y político, que trae como consecuencia el detentar el Poder Ejecutivo de una porción del país. Tanto para el propio Aguirre Rivero, como para el partido político que lo cobijó para que llegara a donde llegó y de donde por razones lógicas no se quiere ir, y tampoco quieren que se vaya, los integrantes de la cúpula del perredismo nacional. Situación que su novel dirigente nacional mostró claramente en días pasados.

Posición erróneamente adoptada, no solamente en los momentos actuales, sino siempre, sobre todo por un partido político que supuestamente se caracteriza por aglutinar en sus filas a las clases trabajadoras, en otras palabras, a las clases sociales más vulnerables del país. Pero que al actuar así, se pone en evidencia y muestra que solamente le interesa conservar el poder y nada más. Pues lo que realmente debería haber hecho el nuevo Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, es deslindarse de Aguirre Rivero, que además fue candidato externo, y exigirle dar todas las facilidades para que se investigue la penosa y lamentable desaparición, haciéndose a un lado, para facilitar la investigación.

Esperemos que a la brevedad sean encontrados los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapan y con vida. Lo que como están las cosas parece será muy difícil, pero no imposible, pues mientras no se tengan a los Por lo que toca al arremedo de gobernante guerrerense. Todo indica que lo van a desaforar, quiéralo o no, él y su desacreditado partido, el PRD. Pero esperemos que no solamente sea así, sino que también se le finquen las responsabilidades penales que tiene, comenzando por el delito de omisión y los demás que le resulten. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@nullhotmail.com