El fin de semana invité a mi esposo al cine, tenía mucho que no íbamos a ver una película y aprovechando que estaba Drácula, La historia Jamás Contada, hice el “sacrificio” de pagar las entradas.
Apenas íbamos llegando a la plaza, cuando notamos que un vehículo delante de nosotros se estacionaba directamente en los lugares marcados para personas con capacidades diferentes. La manera tan ruda de estacionarse nos hizo dudar de que realmente detrás del volante estuviera una persona con esas características.
¡Lotería! un varón descendió del automóvil y para nada parecía tener capacidades diferentes, todo lo contrario ¡hasta caminaba bastante acelerado! Imagino que su prisa lo orilló a estacionarse en ese lugar.
Por un momento aguardamos y esperamos la posibilidad de que trajera algún acompañante con capacidades diferentes, mas eso nunca ocurrió.
¿Cómo es posible que se estacione en un lugar marcado para personas con capacidades diferentes? pregunté a mi esposo, a lo que con una mueca de enfado e ironía respondió ¡Tiene discapacidad en el cerebro!
Alguna vez platicaba con un señor del DF y me contaba que aunque el avance en materia de personas con capacidades diferentes no era al cien por ciento, las placas otorgadas por el gobierno a ellas, había ayudado mucho, ya que evitaba que algún auto con placas particulares normales se estacionara allí, pues en el momento en que fuese descubierto, de inmediato se procedía a la infracción.
Una amiga me hacía un comentario similar, con referencia a que en Estados Unidos es altamente castigado el usar un espacio marcado pues hasta cámaras hay de vigilancia.
Pero ¿qué pasa en Veracruz?
A principios de diciembre de 2012, para ser precisa: en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 de diciembre), el gobernador Javier Duarte anunciaba con bombo y platillo las nuevas placas para personas con capacidades diferentes, incluso con placa en mano expresó: “Serán placas con el símbolo internacional de las personas con discapacidad, que les permitirá acreditar su legítimo derecho a usar sitios de estacionamientos reservados para ellos. El DIF será el encargado de valorar la condición de los solicitantes de tales placas para asegurar que sólo sean entregadas a quienes lo merezcan”.
Ya casi se cumplen dos años de ese dicho y a la fecha aún no se han otorgado ese tipo de placas. Incluso, ya hasta se publicaron en la Gaceta Oficial a principios del año 2013 las Reglas de Operación para el emplacamiento de vehículos al Servicio de Personas con Discapacidad en el estado de Veracruz, sin que hasta el momento se haya otorgado lámina alguna.
Los que saben comentan que no se ha llevado a cabo este Programa por la complejidad de los requisitos, ya que aparte de presentar los documentos del automóvil, identificación, comprobante de domicilio y pagar los derechos correspondientes, es necesario que la persona presente un Dictamen de Discapacidad expedida por una Institución Autorizada como el IMSS, Issste, la SSA, el DIF incluso el Ssteev.
Ahora que si el vehículo está adaptado para su manejo, es necesario presentar la factura que demuestre la modificación del mismo, así como la licencia que exprese que la persona con discapacidad está en condiciones de manejar el automóvil.
Aunque son diversos requisitos, no dudo que más de una persona ya los tenga, incluso no sólo la persona con capacidades diferentes puede tramitar estas placas, sino también los dueños de vehículos que transporten en forma regular a una persona con capacidades diferentes, como por ejemplo el cónyuge u otra persona que muestre una relación dependiente económicamente hablando con él.
Salimos del cine comentando la película. De regreso al auto, vemos los espacios marcados con el símbolo de personas con discapacidad ocupados.
¿Realmente tendrán alguna discapacidad u ocuparán un lugar que no les corresponde?
¡Urgen ya las placas para personas con capacidades diferentes en Veracruz!
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