Los tiempos actuales en este País, son tiempos de dolor, de prepotencias, de injusticias, de soberbias, pero sobre todo de violencia generalizada, de todos contra todos; México vive hoy en día, sus más difíciles momentos sociales, políticos, culturales y económicos.
Pareciera que un problema detona en otro más y así de manera subsecuente, hay que decir, que los dos problemas que vinieron a en marcar el actual estado en que nos encontramos, son el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapan en Guerrero y el caso Tlatlaya en donde se encuentran implicados elementos del ejército en la ejecución al menos de 22 personas en ese municipio del Estado de México, estos fueron las gotas que derramaron el vaso.
Ni en sus más terribles sueños el Presidente de la Republica, Enrique Peña Nieto, se imaginó este escenario tan catastrófico y complicado al que actualmente se enfrenta, sin embargo, habrá que hacerle frente de manera responsable, inteligente pero sobre todo eficaz, utilizando las herramientas del estado mexicano.
El gobierno, no puede ni podrá jamás ignorar y muchos dejar de dar respuestas válidas y coherentes, para todos aquellos que han resultado lastimados por el cáncer llamado violencia y que hoy ataca a todos y cada uno de nosotros.
La sociedad deberá de estar más fuerte que nunca, para hacer frente a este tipo de circunstancias que hoy nos dañan, nos violentan y nos lastiman; habrá que hacerlo de manera responsable, sin generar más violencia y repudiando a quienes la generan o a quienes se valen de este tipo de situaciones para subirse al barco y esconderse detrás de caras cubiertas, haciendo uso de sus más bajos y viles argumentos para denostar y agredir a otros, a esos personajes, habrá que denunciar y repudiar, porque ellos no tienen idea de la pelea que estamos dando como sociedad civil organizada y pacífica, a ellos México no los quiere, no le sirven, sino más bien, los odia y los detesta.
México hoy debe cambiar, este puede ser el parte aguas para pasar de la adolescencia a la madurez como País, como sociedad, es nuestra oportunidad, no podemos dejarla ir.
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