Concluyó la primera semana de comparecencias de los secretarios de despacho para ampliar y aclarar dudas con relación al Cuarto Informe de Gobierno en Veracruz. Los estilos personales de cada funcionario se han sentido en cada cita con los legisladores locales. Cada contribuyente juzgará lo que tenga que juzgar.
Lo que no podemos soslayar es el ejercicio que se realiza y fortalece la división de las funciones de los Poderes del Estado. Porque es la oportunidad de cada integrante del Congreso para cuestionar lo que a su juicio debe hacerse, porque –parto del principio de buena fe– las y los legisladores son quienes están en contacto directo con la población en sus distritos.
No hay que olvidar que la representantes populares llegaron a sus respectivas curules mediante el voto ciudadano, que hicieron campañas y recorrieron sus distritos. Incluso, quienes rinden protesta por el principio de representación proporcional, lo hacen con base en los sufragios.
Situación diferente tienen los secretarios y secretarias, ya que llegan por invitación del Gobernador y de acuerdo con sus capacidades y conocimientos. Pero no están directamente vinculados a los ciudadanos, en comparación con quienes integran la diputación local.
La responsabilidad de cada participante es incuestionable. No se trata de unos contra otros ni de hacer juicios sumarios con el compareciente, porque quienes participan y están ahí, son servidores y representantes de cada habitante de nuestro estado. Es decir, el diálogo debe centrarse en convencer. Pero no al que cuestiona ni al que los manda, sino a la población, que es que en teoría la beneficiada.
Del mismo modo deben ser las preguntas, no en el sentido del lucimiento personal o partidista, sino con base en las realidades que tenemos en cada rincón de Veracruz, cuyos habitantes merecen respuestas e información verídica.
La ampliación del Informe del Poder Ejecutivo es un acto sobrio y de una seriedad histórica. Así debemos entenderlo. Así lo entiendo. Pero las pasiones humanas le pueden ganar a cualquiera y es ahí donde el oficio político debe mostrarse. Que la razón y el deber venzan a la pasión.
Aún nos faltan algunos días de comparecencias y contar con la presencia de los restantes secretarios. Ya esta semana concluyen los Juegos Centroamericanos y debemos, como sociedad y gobierno, centrarnos de nuevo en los asuntos que nos atañen y nos afectan. Ya vamos entrando a la recta final del gobierno y se debe ajustar lo necesario para que la eficiencia sea la característica que acompañe a nuestros servidores públicos.
Sin ser ingenuas, seamos optimistas. En vísperas del último mes del año debemos confiar que la situación mejore, que los beneficios de unos sean para todos. Que el desarrollo se considere a partir del avance de las comunidades marginadas y no de los principales centros urbanos del estado.
Sé que aún tenemos tiempo y se puede lograr. Sólo es cuestión de decisión y compromiso. ¿Acaso es mucho pedir? No lo creo, pero el tiempo y la historia nos darán la respuesta.
Por hoy es todo, le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.