¡Oiga! Cómo le está yendo con los fríos de la semana; ¡Hey¡ me refiero a los provocados por las bajas temperaturas, y no a los acontecimientos recientes, como las manifestaciones del 20 de noviembre, los cambios anunciados por don Enrique Peña Nieto, −para ahora sí garantizar la paz, tranquilidad y sana convivencia entre mexicanos y amigos que los acompañen/visiten−, la devaluación del peso frente al dólar, la noticia de que antes de los 43 estudiantes normalista privados de su libertad, en el mismo estado de Guerrero habrían desaparecido más/menos 30 jóvenes.
Déjeme le cuento que de acuerdo al informe dado el pasado fin de semana por el Banco Mundial (http://www.bancomundial.org/), “Bajemos la temperatura: Cómo hacer frente a la realidad climática”, los augurios son catastróficos, pues se menciona que de elevarse la temperatura 1,5°C los impactos por el cambio climático, como son temperaturas extremas, oleajes mayores a 5 metros, sequias e inundaciones, cada vez será más frecuentes.
Esto no solo impactará nuestra calidad de vida –con todo y estado de ánimo−, sino también la producción de alimentos, los recursos hídricos, la aparición/arraigo de enfermedades, el aumento de los índices de pobreza, pérdida de los volúmenes de los glaciares, aumento del nivel del mar, decoloración/muerte de los arrecifes de coral, disminución de la captura de peces, aumento de especies cambios/contracciones y/o extinción de mamíferos, marsupiales, enfermedades diarreicas, amento de malaria, etcétera.
Esto en términos generales, pero para nuestro país está previsto un incremento de hasta un 40% del Dengue, la merma en la producción de granos, el aumento a 60 centímetros del nivel de mar, acentuación de la desigualdad, la migración a los grandes núcleos de población; lo que devendrá en la multiplicación del crimen organizado, más robos con violencia e inestabilidad social; ¡Claro! que esto no pasará mañana o el año que viene, más bien la proyección es para el 2020.
Mire usted, no es mi ánimo ser alarmista y/o querer asustarl@ con el cuento de los cuatro Jinetes del Apocalipsis, pero conociendo como son de eficientes/expeditos los funcionarios de cualquiera de los tres niveles de gobierno con el diseño de políticas públicas en materia de desarrollo tecnológico, uso racional de recursos no renovables y materiales de desecho −tanto electrónicos como de origen natural−, la promoción de campañas que incidan en una mayor conciencia ecológica, etcétera, más nos “haiga” tomar por cuenta propia el asunto y empezar a educar(nos) para contrarrestar los efectos que propicien el deterioro de la capa de ozono.
En otro orden de ideas, pero sobre lo mismo, el pasado 19 de noviembre se celebró el Día Mundial de Inodoro. Me imagino que usted no se enteró por ningún medio de comunicación, no tanto por ausencia de interés de su parte, sino porque para las autoridades esto no representa un problema de salud pública; pero permítame contarle que el 35% de la población mundial (2,5 millones de 7 mil millones) todavía defeca al aire libre, y que el 88% de las muertes por diarrea son atribuidas a la falta de acceso de servicios de saneamiento.
Que además, entre los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”, signados por los países Parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está el poner en marcha una campaña destinada a romper el silencio sobre la defecación al aire libre, así como fomentar el diálogo como parte de su llamamiento a la acción para promocionar el saneamiento. Así que si por ahí se encuentra a su funcionario favorito, hágale saber esto.
Comentario Breve
La antropóloga Raquel Torres, investigadora de la cocina tradicional veracruzana, lamenta que en Veracruz no se esté haciendo nada para el rescate, conservación y difusión de los sabores y armas de uno de los signos de identidad más significativos de nuestra cultura, herencia de nuestr@s abuel@s mesoamericanos/peninsulares/africanos, y que en 2010 obtuvo la declaratoria de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: La Cocina Tradicional Mexicana.
Lamentable y censurable por donde se le vea, ya que el Estado cuenta con un departamento cuyo único fin es la salvaguarda del patrimonio Cultural de los Veracruzanos.