Mientras la violencia exista, nuestra sociedad no avanzará. Es fácil en el discurso, pero sumamente complejo en la realidad, porque pareciera que es algo “normal”, por su práctica cotidiana. De ahí que no debemos descansar y denunciar todos y cada uno de los actos que violenten nuestra integridad física, emocional o psicológica.

Esta semana que concluye se realizó una reunión en la sede del Poder Legislativo veracruzano para conocer la Iniciativa de Reforma Integral y Aportaciones a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Dicha iniciativa se presentará el próximo martes 9 de diciembre en la Cámara Federal por legisladoras de diversos partidos. En ella se sintetiza un trabajo de más de dos años con académicas, feministas, investigadoras, mujeres organizadas en la defensa de sus derechos y diputadas de varios estados del país.

Hasta Xalapa vino la legisladora federal María Guadalupe Moctezuma Oviedo, secretaria de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Unión. Aquí la recibieron sus homologas locales, quienes aportaron ideas con relación al tema.

Nos dijo la diputada federal: “Desafortunadamente la violencia es como la humedad, no sabes cómo, pero ahí está. Entonces, al tratarse muchas veces de un fenómeno cultural, decimos que a la mujer le gusta el maltrato. Pero no es así, ya que cuando se crece en un ambiente con violencia crees que es algo normal”.

La violencia contra la mujer puede darse dentro del hogar, en la calle y también por Internet. El acoso que vive es impresionante e intimida. Basta observar unos minutos en cualquier calle de nuestro estado o país, para darnos cuenta de estas realidades. La falta de respeto de muchos varones es una constante.

Por supuesto que mucha violencia “silenciosa” inicia en los noviazgos juveniles. A veces no queremos o no podemos darnos cuenta, pero existe.

Ahí debemos trabajar con especial atención. Porque esas parejas jóvenes algún día serán responsables de la educación de sus hijos e hijas. Y si no les damos elementos para que detecten los diversos tipos de violencia que pueden ejercer o recibir, es posible que su descendencia reproduzca los mismos patrones de conducta, porque es “normal” hacerlo.

Se nos informó que “el proyecto incluye nuevas definiciones de diversos tipos de violencia, como la derivada en el noviazgo, obstétrica, feminicida, de género y en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICS). Las aportaciones de las y los participantes se analizarán y tomarán en cuenta en la integración del marco legal.”

Damos pasos firmes cuando leemos estas informaciones, pero sin duda alguna, la educación formal e informal es la mejor opción para erradicar la violencia entre los géneros, y en particular contra las mujeres.

Pero mientras llegamos a los niveles óptimos de desarrollo como sociedad hay que impulsar y ensanchar la brecha, para que la máxima juarista sea una realidad social. Sin respeto no tendremos paz. Lo sabemos ahora, hay que actuar.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente fin de semana y nos leemos en la próxima entrega.