¿Cómo puede un burócrata ganar más de 155 mil pesos mensuales? Fácil: ser líder sindical. La semana pasada se ventiló el caso del señor José de Jesús Rodríguez Hernández, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Poder Legislativo, quién recibía esa cantidad sólo por el hecho ‘de ser él’. Por supuesto que sus incondicionales principales recibían cantidades onerosas sin justificar y menos desquitarlo con trabajo.
Cada quién es libre de ganar lo que merece, pero hay que hacerlo honestamente y al parecer este señor y sus compinches no son muy honestos. Pero aquí cabe la pregunta, ¿sabía la base trabajadora del Poder Legislativo los emolumentos que percibía su líder?
Y aquí es donde entran los cuestionamientos de nuestros hijos e hijas. ¿Para qué estudiar tanto si con ser líder sindical puedo ganar más? Cuanta verdad en la pregunta, porque hasta el momento el citado individuo no ha dicho sus grados académicos y qué universidades se los otorgaron. Tampoco sabemos que labor realiza en el Poder Legislativo. Imagino que el sueldo debe ser un experto en leyes y teoría constitucional y del derecho internacional. Quizá sea un buen analista social. No sé, pero la ambición y debilidad o alcahuetería de anteriores legislaturas hacen que este hombre hoy no pueda ver de frente a nadie.
Que bueno que la actual administración del Congreso asuma el compromiso de cuidar nuestros dineros. Porque las percepciones que recibían los dirigentes de los trabajadores del Poder Legislativo, provienen de nuestros impuestos. Poner orden financiero es lo que la ciudadanía exige. Así que no se vaya a malinterpretar con que es un ataque al sindicato a los derechos laborales. Nada de eso. Al contrario, ahora será la base trabajadora la que exija cuentas claras a sus dirigentes. ¿A poco todos los empleados de esa soberanía cobran más de cien mil pesos mensuales?
Por supuesto que no y eso es lo que indigna y molesta. Sin duda alguna debe haber más de una ‘leyenda de pasillo’ sobre el cuestionado líder, quién pensó que los tiempos de antaño son los del presente. Craso error y ahora lo tendrá que pagar porque las triquiñuelas que hace e hizo saldrán a flote. Y así como exigimos cárcel para los políticos corruptos, ahora debemos exigir que se aplique la ley si es que hay delitos que seguir. Por lo pronto se menciona la posible falsificación de firmas para completar el respaldo legal que les permita emplazar a huelga al Congreso.
La organización sindical cuenta con 208 miembros. Estoy segura que la gente que labora honestamente y cumple sus horarios y obligaciones no gana más de mil pesos diarios. Así que ahora a ellos y a ellas que son el alma misma de la organización les corresponde empezar a pedir cuentas, de saber por qué y cómo su líder recibía tanto dinero sin trabajar. De aclarar todas las dudas y mentiras que se hayan dicho y, por qué no, también de renovar dirigencia.
Por vergüenza el señor Jesús Rodríguez y su comité deben renunciar a la brevedad posible. Pero eso es cuestión de quienes sostienen con su existencia la organización sindical.
Por hoy es todo les deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.