Los siguientes son mis deseos de año nuevo y espero verlos en 2015 convertidos en realidad, sin la intervención mágica de los santos reyes y sin milagro divino, sino porque son factibles y viables si nos lo proponemos.
1.- Que todas las personas físicas y morales que ganen de un millón de pesos mensuales en adelante, paguen 50 por ciento de impuestos.
2.- Que los gastos de campaña sean sufragados por los propios candidatos y el tope no rebase el 20 por ciento del salario anual del cargo al que aspiren.
3.- Que se imponga pena de 50 años de cárcel a secuestradores, asesinos y violadores de mujeres y niños.
4.- Que se reduzcan a la mitad los sueldos de alcaldes, diputados, senadores, gobernadores y presidente de la república; también de secretarios, subsecretarios y directores generales del gabinete.
5.- Que se castigue con 50 años de prisión a servidores públicos que incurran en actos de corrupción.
6.- Que se expropien los bienes de todo servidor público culpable de actos de corrupción.
7.- Que se cree un banco que otorgue créditos a la palabra a mujeres y hombres desempleados y de escasos recursos económicos, para que puedan emprender sus propios negocios.
Si alguien piensa que estos son sueños guajiros o pamplinas sin fundamento, lo emplazo a que me explique por qué y yo le demostraré que sí podemos cambiar y mejorar la situación de este país.
Incluso, invito a universitarios, empresarios, estudiantes y a toda persona que desee participar en estos proyectos, especialmente en el del banco, que está inspirado en el modelo de Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006.