Desde este espacio, expreso mis parabienes por este año que recién comienza y el cual deseo venga acompañando de armonía, de mayor convivencia familiar y de bienestar.
El 2014 nos deja grandes lecciones. En su último trimestre, México experimentó un sismo social de magnitud considerable. No era para menos.
La euforia ocasionada por los históricos cambios estructurales y la voluntad por acelerar el desarrollo económico, se cimbró ante la ola de violencia propiciada por la delincuencia organizada en diversas latitudes del país, resurgiendo con mayor fuerza la impotencia ciudadana por ser nuevamente rehén de la inseguridad.
De esta manera, el 2014 se convirtió en un parteaguas en el quehacer público. Reformas estructurales, vitales obras de infraestructura culminadas, mayor cobertura y eficiencia en los programas sociales, se vieron ensombrecidas por una percepción de opacidad y el hartazgo de la gente ante las complicidades evidenciadas de funcionarios públicos en los aberrantes acontecimientos de Ayotzinapa.
Inicia el 2015 con duras lecciones, esperemos que aprendidas por el bien de todos. Bienvenidas las palabras de nuestro presidente de la República de que “… México NO puede seguir igual. El país debe seguir cambiando para bien. Por eso, 2015 demanda lo mejor de todos nosotros. Este año que comienza, nos exige unidad y generosidad; trabajo en equipo y perseverancia. Es momento de renovar el ánimo; de recobrar la confianza y la esperanza.”
Hoy, el titular del Ejecutivo Federal, a pesar del escepticismo en algunos, aquilata las buenas noticias de inicio de año, entre las que destacan:
Ya no pagaremos larga distancia en el servicio de telefonía. Derivado de la Reforma en Telecomunicaciones, sin excepción, todas las llamadas en el interior del país serán consideradas llamadas locales sin importar el origen y destino nacional.
Finalmente se acabaron los gasolinazos mensuales que iniciaron en el 2009, tanto en las gasolinas Magna y Premium, como en el diésel y el gas L.P.
Este año, en nuestros recibos de electricidad se verá reflejada la disminución de las tarifas eléctricas. Un clamor nacional, sobre todo de los veracruzanos.
Asimismo, cerca de 10 millones de hogares mexicanos de escasos recursos, recibirán una televisión digital como parte de la estrategia gubernamental de propiciar el acceso y acercar los beneficios por el uso de nuevas tecnologías.
Lo anterior, son algunos de los beneficios palpables arrojados por las reformas estructurales impulsadas por el presidente Peña Nieto y aprobadas en el Congreso de la Unión.
Quedan todavía grandes tareas pendientes y cruciales que se deben concretar para el bien del país. En eso coincidimos todos. En lo que me corresponde, como servidor público y ciudadano, traigo ánimos renovados para continuar encauzando la solución a las necesidades más apremiantes de los veracruzanos y mexicanos.
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