En cumplimiento de un deber legal pero, sobre todo, por convencimiento y obligación democráticos presento mi segundo informe de actividades legislativas: Aunque se refiere al lapso de un año, por vinculación de acciones y propuestas, pasa a ser un resumen de un poco más de dos años. Este acto es en sentido estricto un informe, consta de un documento que estará sujeto al escrutinio de la ciudadanía; no tiene pretensiones protagónicas ni de plataforma de nada que no sea el de dar cuenta de mi labor en el Palacio Legislativo de San Lázaro y en mi distrito electoral. Elijo un formato austero contra la corriente de la espectacularidad, el derroche y el culto a la personalidad; creo más en las esencias y la autenticidad políticas.
Este informe se presenta en el contexto de una crisis casi generalizada en nuestro país, de la cual Veracruz no es la excepción: crisis política derivada de la barbarie de Iguala, con jóvenes muertos y desaparecidos; crisis económica por la devaluación de nuestra moneda y el descenso severo en el precio del barril de petróleo, con consecuencias considerables en el Presupuesto Federal y las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos; crisis de ingobernabilidad propiciada por las acciones de los poderes fácticos, la violencia generalizada en amplios territorios del país y las omisiones y respuestas pálidas y tardías del gobierno federal. La crisis política también es de representación y de partidos, en ambos casos la distancia con el interés general y los ciudadanos es cada vez mayor; tenemos un problema de disfuncionalidad de los órganos estatales y de nuestra democracia, precaria y de baja calidad.
De un total de 111 sesiones ordinarias y extraordinarias he asistido a 107. Como integrante de comisiones he realizado 6 recorridos en nuestro país. Voté a favor de muchas iniciativas siempre que fueran productos de un consenso y tuvieran un sentido positivo para los mexicanos; en las que, invariablemente, mi voto fue en contra es en las llamadas “reformas estructurales”, constitucionales y secundarias, porque no se dieron el tiempo suficiente para ser procesadas ni tomaron en cuenta la opinión de la mayoría de los mexicanos. He presentado, directa o indirectamente, nueve iniciativas de ley. Realizo recorridos y reuniones con la ciudadanía prácticamente todos los fines de semana. En el lapso que comprende el presente informe, he celebrado 120 reuniones de carácter ciudadano. En el año 2014 gestioné recursos federales por la cantidad de $33,000,000.00 que sumados a los ejercidos en el 2013 y a los que se van a ejercer en 2015 harán un total de $104,551,216.00 para Xalapa y su zona metropolitana.
Estos recursos etiquetados para Xalapa y ejercidos por el ayuntamiento, han priorizado obras de infraestructura en zonas populares, con obvia orientación social, obras para instalaciones deportivas y obras para instalaciones culturales. Con recursos propios y con gestiones ante diferentes niveles de gobierno hemos atendido solicitudes de apoyo material y económico para grupos sociales, estudiantes, iglesias, asociaciones, etc.
Me interesa dejar muy claro la importancia que le doy a la representación tanto en lo sustancial, en términos del voto y la gestión, como a otras formas, que puede ser el estar al alcance de cualquier ciudadano, con contacto popular, en la oficina, por teléfono, en las redes sociales de internet y los medios de comunicación. Me parece que eso es lo importante para una Xalapa culta, solidaria, critica, plural, participativa y democrática. Sin embargo también padecemos déficit de seguridad y estamos contaminados por estructurales prácticas clientelares.
Nunca voy a dejar de mencionar mi satisfacción por tener el honor de haber sido electo como representante del distrito X con cabecera en Xalapa; es una gran responsabilidad con la que he tratado de cumplir correspondiendo con transparencia, trabajo, iniciativas y el ejemplo congruente con la confianza depositada en mí.
Recadito: El informe se presenta el 20 de enero, a las 11:00 horas, en el casino Xalapeño.
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