En ocasiones, cuando se está agobiado, cansado, al borde del hartazgo por la rutina diaria; para algunos compatriotas, es común mandar todo a la fregada y refugiarse diciendo que ya están hasta la coronilla. El que escribe, se guarece en un dichito que dice. ¡No sé qué es lo que está pasando, para mí, la vida ha iniciado hace cinco minutos!, es posible que solo me haga tonto, pero me sale de maravilla, cosa que para muchos no les es fácil sentirlo, menos decirlo.

La idea de expresar lo anterior, es con el fin de no estar escarbando, ni mirando hacia atrás; pero cuando hacemos un error y no se aprende la lección, lo volvemos a hacer; por eso, nada más por eso, es necesario hurgar en el pasado, para saber de dónde venimos y que hicimos, ver dónde estamos y que no cometamos el mismo error en el camino hacia donde vamos.

La protección civil la debemos aplicar por sentido común, como instinto de conservación, de supervivencia; todo lo que hacemos en la vida tiene una arista que significa peligro y debemos estar alerta y ver que se tomen las precauciones necesarias para que esa arista no represente un peligro que amenace la integridad física del individuo.

Esto se comenta, por los hechos que se registraron la semana pasada, donde en una carnicería en la calle Mártires de Jalapa, por una fuga de gas, exploto y daño varias casas vecinas, ahí una persona perdió la vida y otras tuvieron que ser hospitalizadas. Las autoridades están investigando minuciosamente ¿qué fue lo que ocurrió, que motivó el estallido? También nos referimos al accidente que sucedió en Cuajimalpa, allá en el D.F. en donde una pipa, cuando descargaban gas para un nosocomio, ocurrió la desgracia; todo hace pensar que el operador no tomo las debidas precauciones y sucedió el accidente.

Recurramos al pasado reciente. En la década de los 70s del siglo pasado, cuando alguien adquiría en el mercado una estufa que quemara gas, a la hora de la instalación en el hogar, se seguía un estricto procedimiento; la Secretaría de Comercio y los bomberos, tenían la obligación de revisar si se había instalado con todos los protocolos de seguridad, eso se hacía para tranquilidad de la familia que la instalaba, la oficina de gobierno que intervenía, hacía su trabajo y daba certidumbre de seguridad a la ciudadanía.

Los operadores que hacen el reparto del gas en la ciudad; la Dirección de Tránsito debe de vigilarlos de manera especial, como lo debe hacer en las carreteras Transito Federal; tienen que hacer entender a las personas que manejan sustancias peligrosas, ¡que son peligrosas!, que se debe actuar con todas las medidas de seguridad. No lo que hacen los que operan las pipas o las camionetas cargadas de botellas de gas, que van por las calles o por la carretera, echas la raya, a velocidad no permitida. Los conductores deben saber que si se revienta una llanta, les falla la dirección o se distraen, el solo hecho de accidentarse con el vehículo representa un peligro y si la carga es gas, multiplica el peligro.

Cuando están haciendo las maniobras de descarga de gas en los edificios, deben de estar seguros que las mangueras se instalaron como lo indica el procedimiento de seguridad, nunca, ni por equivocación confiarse, deben revisar una, dos y las veces que sea necesaria, comprobar que se está inyectando el gas al tanque de la vivienda, con toda seguridad.

Desafortunadamente sucede, con el paso del tiempo se olvida de la desgracia y los operadores vuelven a actuar como si nada hubiera pasado, hacen su chamba sin precaución, sin responsabilidad. La responsabilidad de su trabajo, no la deben de olvidar ni por un segundo, son vidas las que están en peligro si no hacen su labor con responsabilidad.

Casi siempre, cuando sucede un accidente, los parientes de los afectados, los vecinos, de inmediato protestan, cierran calles, van y le gritan a la autoridad, bloquean calles y, conforme pasan los días, la ira se va desvaneciendo, se va olvidando de lo sucedido y de pronto ya nadie se manifiesta, ni se resolvió el asunto y las cosas continúan como eran antes de que surgiera el problema.

En el temblor de 1973, el epicentro fue en la región de Orizaba, Córdoba, Ciudad Cerdán, Rio Blanco y muchos municipios más; aquí en la capital, el Departamento de Información del Gobierno, en el sexenio de Don Rafael Murillo Vidal, estaba en el quinto piso de Pensiones, todas las columnas del edificio estaban fracturadas, las cuarteaduras se veían desde el sótano hasta el séptimo piso y daba miedo trabajar ahí. Los albañiles taparon las grietas del miedo y el edificio permaneció de pie hasta que lo tiraron hace algunos años y los que subían y no conocieron los desperfectos ni miedo sentían, nos olvidamos del peligro. Afortunadamente no hubo nada que lamentar.

Todos los gobiernos en el mundo, deben tomar todas las precauciones en materia de Protección Civil. Ya lo dijimos en otro momento en este espacio, decir Protección Civil es un palabrón, esa dependencia se le debe de apoyar con todo el material necesario, legislar más a fondo si es necesario; es la oficina que tiene el trato directo con la ciudadanía, en especial la que en cualquier momento puede sufrir los embates de la naturaleza o por cualquiera otra razón.

Es cierto, en este momento no hay Secretario de Protección Civil, pero está de encargado el subsecretario de la misma Ricardo Enrique Meza Limón, quien gran parte de su vida, la ha dedicado a la Protección Civil, mucho ha trabajado en esa dependencia y se las sabe de todas, todas. Conoce el teje y maneje de esa oficina. Nada más por eso, afortunadamente, las llamadas de auxilio en estos días, por las nevadas, lluvias y frio, son atendidas de manera inmediata y bien… Hasta pronto.

DORMIR BIEN

¿Qué tal duermen amables lectoras y lectores?, ¡bien!, qué bueno, porque el padre Eduardo Cervantes Merino, quien dormía bien como sacerdote y vicario de la Catedral de la ciudad de los bellos atardeceres, de Tuxpan. A partir de esta semana ya no va a dormir tan bien, El Papa Francisco lo ha nombrado Obispo de Pluviosilla, de la ciudad de las aguas alegres, ¡de Orizaba pues! Y como esa diócesis no es una perita en dulce, el nuevo obispo va a tener que echarle toda la teología necesaria para poder adentrar al redil, a todas las ovejas de la grey católica de esa diócesis. Alguna vez escuche su homilía en Tuxpan y es excelente, el Papa hizo una muy buena elección… Muchas felicidades.