Bien ha definido Aurelio Contreras así: “chilangocracia intelectual”, al grupo, grupito o grupúsculo que tuvo la genial, espasmódica y fantasmagórica idea de pedirle a los directivos del Festival Hay (FH), asentados en el pueblo de Hay-on-Wye, país de Gales, que dejara de celebrarse en Xalapa, porque “Una celebración de la libertad y la cultura, como es el Hay Festival, no puede realizarse en un contexto de violencia contra la libertad y la cultura».
Habría que preguntarles a los firmantes si la eliminación de un festival de esta importancia no cae también en el “contexto de violencia contra la libertad y la cultura”.
No sé qué calenturas sudaron ni qué comezones se rascaron esos escritores, artistas e intelectuales, que decidieron -como una moderna Santa Inquisición- que los veracruzanos no nos merecíamos que cada año vinieran escritores, artistas y periodistas de renombre a darnos una muestra de su producción y a platicar con nosotros, y sobre todo con los miles de muchachos que toman clases en nuestras universidades y que acudían en masa a los cientos de eventos que se celebraban en tres días intensos que convertían a Xalapa en la capital cultural del mundo.
Obvio, para la soberbia chilanga este hecho no era muy bien visto, y buscaron el pretexto de una supuesta preocupación por nuestra libertad de expresión y por nuestra seguridad, para que la ciudad de México siguiera siendo el ombligo del mundo de la intelectualidad nacional. Y no contentos con eso, fueron a sorprender a personajes y organismos internacionales que ni siquiera conocen nuestro contexto (¿O no, don Noam Chomsky?)
¡Pero les hicieron caso!, como lo dieron a conocer, en un comunicado pobremente redactado y miserablemente fundamentado, el Director General del Hay Festival, Peter Florence, y la Directora para América Latina Cristina Fuentes, en el que dan a conocer que el festival se suspende y salen con la genialidad de que se celebrará de manera digital, “para así llegar no sólo a nuestros amigos de Xalapa, sino a todas las personas que tienen acceso a Internet en México”.
Dios te guarde, Cristina. Durante años aceptaste y disfrutaste el calor y la hospitalidad de los veracruzanos, el cariño y las atenciones de los xalapeños, a quienes hipócritamente llamas tus “amigos”, y nos das la puñalada trapera de suspender el festival, simplemente porque te lo pidió algún intelectual trasnochado; para mí y para muchos integrantes de la comunidad artística e intelectual de Veracruz serás en adelante persona non grata, al igual que el escritor Juan Villoro, a quien muchos acusan de ser el instigador de la carta y de la petición de que nos quitaran el Festival.
Qué lástima que los directivos del FH hayan enseñado tales limitaciones. Qué lástima que tomaron esa decisión tan a la ligera. Qué lástima que le hicieron caso a la infidencia.
Muy contentos deben estar quieren lograron su objetivo de quitarle esta fiesta de la cultura a los estudiantes xalapeños, a los intelectuales y artistas veracruzanos.
Pero Xalapa seguirá siendo la Atenas veracruzana… a pesar de ustedes.
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SIN TACTO
Como en mi época de estudiante no existían los ninis ni los papás barcos, tuve que prepararme y elegí por fortuna la Facultad de Letras en la Universidad Veracruzana (1974-1978), que me permitió además ser becario del Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias, al abrigo de dos enormes amigos, el maestro Jorge Ruffinelli, en primer lugar, y el doctor Renato Prada Oropeza, en donde aprendí todo lo que sé del lenguaje y la literatura.
Tal vez por eso gané en 1980, el Premio Nacional de Ensayo INBA-Fonapas.
Yo no sé si por suerte o destino, me ha tocado participar en la fundación de muchas publicaciones, como las xalapeñas Texto Crítico, Semiosis y el semanario Punto y Aparte, del cual fui jefe de redacción y coordinador general (1978-1984), gracias a los desvelos de Froylán Flores Cancela, quien se empeñó en hacer de mí un periodista de bien. Él sabra decir si lo ha logrado.
Fundé y dirigí el periódico El Sol Veracruzano de la OEM (1985-1988) y la revista Línea (1988-1992), y participé en la fundación del semanario Formato 7 de mi amigo entrañable Manuel Rossete (2006-2007).
Por razones que no vienen al caso, me fui a vivir a Aguascalientes, y fui Coordinador Editorial de la campaña a Gobernador del candidato del PRI, Otto Granados Roldán (1992); Director de Información y Difusión del Instituto de Educación de Aguascalientes (1992-1998), y Asesor del gobernador Felipe González González (2000-2004).
Allá también fundé y dirigí las revistas El cuaderno de los maestros de Aguascalientes y Cuadernos del cambio, y tuve la suerte de coordinar la edición de más de cien títulos, dentro del importante programa editorial del Instituto de Educación de Aguascalientes, que obtuvo reconocimiento nacional e internacional.
He escrito algunos libros: Letras y opiniones (entrevistas con autores y críticos literarios), Aguascalientes. Historia y geografía, La Maestranza de Víctor Zamarripa Alférez, El Himno a Veracruz y Anti Manual de Periodismo.
Actualmente, soy Subdirector General del diario Milenio El Portal.
