El mes de febrero, dicen, es el mes del amor y la amistad. Pero no veo por ningún lado ni amor ni amistad, a no ser que envueltos en consumismo, esnobismo y demás atribuciones mediocres que en mal nos dejan a los que verdaderamente profesamos la dicha de los cielos del día y de la noche.
Lejos de consuelos o desconsuelos poéticos, no más ojeen en los medios de comunicación y se dará cuenta que estamos de la chingada, que por ningún lado la humanidad nos asiste, antes bien la deshumanización desbocada hacia el borde del abismo. Aquí mismito en la ciudad capital Xalapa, los maleantes tienen permiso. Alguien me dijo que ya no hay seguridad, no hay nada. ¿Dónde el amor? ¿Dónde la amistad? Pero nuestras autoridades dicen que estamos bien.
Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. De acuerdo. No todo va junto con pegado. O somos o no somos. O estamos o no estamos. Es como cuando expresan: “Gobierno y sociedad, unidos…” Bla, bla, bla.
Entiendo. Todos estamos en el mismo barco. Entonces, seamos sinceros y honestos: nos estamos ahogando en el fango. ¿Cómo salir? He aquí que la sociedad lo sabe y se anima a renacer. Pero nuestras autoridades no están dispuestas a hacerlo, puesto que van muchos intereses de por medio. ¿A quién le seguirán dando despensas pal voto? ¿A quién engañar y seguir dando atole con el dedo?
La transparencia asusta a nuestras autoridades. Hay un promocional que vi en TV Once y el slogan dice: “Dale más valor a México. Sé honesto”. Carajos, ¿qué significa esa palabra? Ni siquiera la pronunciamos en nuestros hogares, ¿o sí? Espero haya excepciones.
¿Hay amor o no hay amor? Ustedes dirán. Lo más cierto en estos tiempos son aquellas palabras que escuché en un noticiero que titularon: “Venganza asesina”: “Al mal amor hay que sepultarlo” ¿Y el buen amor? ¿’On ‘ta? Si seremos. Enfermos, descompuestos, en putrefacción sobrevivimos. Si fuera lo contrario, ¿a poco no viviríamos otro mundo?
Georg Christoph Lichtenberg escribió: “Estoy convencido de que uno no sólo se ama en los otros; también se odia en ellos”. Sí, estoy convencido.

De cinismo y anexas

Se llama Renato Tronco Gómez. Diputado local que nació el 9 de enero de 1970. Dicen que es casado y que cuenta con estudios de primaria. O sea, “cualquiera” puede ser diputado. Afirman que es fundador y primer presidente de la Organización «Unión de Ejidos 25 de Abril». Fue alcalde de Las Choapas por el PAN en el 2004. Diputado local del Distrito XXX por el PAN en el 2007. Y otra vez alcalde de Las Choapas por el PRI en el 2010. Ahí nomás.
En entrevista con el Diario AZ, publicada el 14 de Julio de 2001, declaró: “Han recibido influencia del EZLN y existe la oferta de apoyos con dinero de organismos internacionales a través del grupo armado, así como armas y entrenamiento para luchar contra un Gobierno que los tiene muy marginados. Los campesinos que se encuentran muy relegados, sin apoyo de vivienda, salud, escuela, electrificación, caminos y telefonía, manifiestan su interés de luchar contra un Gobierno cuyos funcionarios firman minutas que luego no cumplen; sin embargo, los dirigentes de «la Unión de Ejidos 25 de Abril», han preferido la prudencia, para no provocar un levantamiento armado”. Tiene futuro el chico a caballo.
Pos miren. El pasado 13 de febrero regaló a empleados del Congreso estatal una rosa roja con una dedicatoria que dice así: “¡Porque la palabra de un amigo vale! Feliz día del amor y la amistad. Lo que a Veracruz conviene, la verdad aunque duela. ¿Quieres saber qué hago? ¡Aparte de ganarme una buena lana como diputado! Visita…” Y aquí vienen datos de internet y teléfonos. ¿Cómo la ven?
Por lo pronto, ahí se ven.