El trabajo que realizado en las últimas semanas por algunas comisiones legislativas debe ser seguido puntualmente, por la importancia y trascendencia que tendrá en el futuro cercano. Claro, si es que la sociedad aprovecha los puentes legales que se tienden.

En las últimas colaboraciones he comentado su labor en relación con la igualdad de derechos entre los géneros. También, sobre la deuda social que tenemos con las personas que tienen alguna discapacidad y aún no hemos podido subsanar.

De ahí la importancia de las leyes de Fomento Económico y de Integración de las Personas con Discapacidad del Estado de Veracruz, que nos permitirá humanizar (perdón por el término, si está mal empleado) y visibilizar a estos grupos vulnerables.

Cuando digo humanizar me refiero a que el trabajo productivo y remunerado es lo que diferencia a nuestra especie del resto de los que habitamos este planeta. Aunque no todo trabajo es remunerado, por ejemplo, nuestras actividades domésticas.

La capacidad de la discapacidad nos puede dar muchas sorpresas en diversos ramos laborales. Nuestra iniciativa privada y el sector público deben abrir sus puertas a quienes aún se les niega.

No estoy segura si todavía mantiene su negocio de vitrales el señor Blanco, pero en ese negocio las personas que trabajan son diferentes al resto. Es decir, son del grupo vulnerable de discapacitados. En su labor se desarrollan plenamente, son productivos y aportan su capital a la economía del hogar. Ese negocio está o estaba en la calle de Úrsulo Galván, aquí en el centro de nuestra capital.

El diputado secretario de la Comisión Especial para la Inclusión de Personas con Discapacidad de la LXIII Legislatura de Veracruz, David Velasco Chedraui, reconoció “la dificultad que enfrenta este sector al buscar empleo remunerado, por lo que –como parte de una estrategia integral– propondrá algunos beneficios para quienes les contraten, con lo que ambas partes se beneficiarán. Porque es una cuestión de justicia social”.

Para quienes conocimos al patriarca de la dinastía empresarial a la que pertenece el legislador, sabemos que su corporativo puede dar pauta en la contratación laboral de estas personas. Don Antonio Chedraui fue un hombre preocupado y comprometido con nuestra ciudad. Así lo recordamos y así lo recordaremos.

Pero también las micro, pequeñas y medianas empresas –que son las que sostienen las economías regionales y locales– pueden ser la opción inmediata para beneficiarse con los estímulos de fomento económico, y dar muestra de que en Veracruz, todas y todos somos gente de trabajo.

La violencia no sólo es producto del contacto físico. La ejercemos todos con nuestras actitudes y falta de respeto hacia quienes son diferentes a nosotros. Si queremos una sociedad en paz y con trabajo, aprendamos que el mundo no es blanco o negro, sino tiene una gama polícroma en la que el respeto, la tolerancia y aceptación de los demás es base de nuestro desarrollo.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega