Ya son 843 mil 102 familias más las que reciben apoyos directos y puntuales del programa Prospera.
El pasado lunes 16 de febrero, el presidente Enrique Peña Nieto supervisó personalmente en la región de los Tuxtlas, en el estado de Veracruz, los avances y logros de la Cruzada Nacional Contra el Hambre y el programa Prospera en Veracruz.
Los logros son importantes y muestran un gobierno decidido a combatir la pobreza, la desigualdad social, pero sobre todo a brindar a los mexicanos menos favorecidos la oportunidad de elevar su calidad de vida.
Los recursos federales en materia de Desarrollo Social se están aplicando de forma correcta, generando seguridad alimentaria y productividad regional; así lo demuestran los logros alcanzados: se han incorporado 27 mil 933 nuevas familias veracruzanas que cuentan con la tarjeta SINHambre, 96 mil 26 nuevas familias están afiliadas a Prospera, 197 mil 640 mexicanos son nuevos beneficiarios de la leche Liconsa y hay 120 nuevas tiendas Diconsa acercando productos de primer calidad a los Veracruzanos.
Al respecto, Sonia Santos Maciel beneficiaria de Prospera señaló que “al cumplir sus compromisos, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, da fuerza a las familias, como lo demuestra Prospera, programa de inclusión social, que ahora incorpora proyectos productivos”, hoy con 4,000 proyectos productivos asentados en Veracruz, las familias se fortalecen y dejan la dependencia y se vuelven familias unidas y productivas.
Es de reconocerse que los programas sociales están llegando cada día a las comunidades más alejadas de nuestro país, son ya 30,000 localidades las beneficiadas por la Cruzada Nacional Contra el Hambre, y existe el compromiso del gobierno federal por impulsar el desarrollo social en todos los rincones de México. Mediante las acciones gubernamentales y el trabajo de los beneficiarios se detona la productividad y el aprovechamiento de la riqueza natural con que contamos.
México está en movimiento, el compromiso social del gobierno federal permite a millones de mexicanos tener una alternativa para mejorar su calidad de vida; los productores hoy cuentan con más apoyos para detonar el desarrollo de localidades y municipios.
Coincidimos en que la verdadera consolidación de la democracia se da cuando los ciudadanos alcanzan la independencia económica y esta, a su vez, depende de una mejor redistribución de la riqueza mediante la intervención del gobierno en favor de los menos favorecidos.