De cara a las elecciones federales de junio de 2015, la credibilidad y la falta de confianza en el novel Instituto Nacional Electoral (INE) se ha desplomado dramáticamente ante la tibieza, falta de definición y carácter que en asuntos tan delicados y de interés político han mostrado algunos de sus consejeros y su presidente.

Cuando la mayoría de los mexicanos creíamos que con este nuevo árbitro que relevó al Instituto Federal Electoral (IFE) se registrarían cambios profundos y con mayor sustento democrático en los eventos electorales, sin necesidad de recurrir a la compra de la votación como ocurriera en los pasados comicios, los hechos demuestran que todo seguirá exactamente igual

Y es que no se puede concebir que ante hechos de flagrante violación a las normas que rigen al INE, el apenas superado caso del Partido Verde Ecologista, por ejemplo, se den situaciones de desacato, con actos anticipados de campaña, con publicidad política pagada en cine, radio y televisión.

En medio de la severa crisis de credibilidad en las instituciones y sus autoridades, con un reiterado y hueco discurso oficial que trata de vendernos la idea de que en México no pasa nada, que todo es armonía y tranquilidad, el Instituto Nacional Electoral se venía haciendo de la vista gorda ante los infractores de las leyes que presumiblemente eran patrocinados directamente por la presidencia de la República, en el caso del Partido Verde Ecologista.

No debe olvidarse “que tanto los comicios presidenciales del 2006 como los de 2012 dejaron un vasto sentimiento de frustración en lo ciudadanos y provocaron una severa erosión en los organismos electorales, en la medida en que las instituciones encargadas de supervisar la limpieza de las campañas y de las elecciones mismas no refutaron en forma verosímil los numerosos cuestionamientos e impugnaciones que tuvieron lugar en ambos procesos”

El propio Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, que enfrenta su primer reto como conductor y guía de los procesos electorales locales y federales, admite que “existe un déficit de credibilidad política del Instituto”, que el INE “tiene que construir su credibilidad” y “ser enérgico para conducir el debate de las elecciones”, además de que reconoce que existe un “bloqueo priista dentro del INE”

Sobre esta delicada situación, el senador panista Javier Corral Jurado, en su artículo titulado Lo que nos faltaba: La crisis del INE, precisa:

“Siete partidos políticos de los 10 que tienen representación ante el Instituto Nacional Electoral: PAN, PRD, MORENA, MC, PT, PH y PES, así como sus respectivos consejeros legislativos decidimos levantarnos de la más reciente sesión del consejo general en protesta por el nivel de deterioro institucional y la falta de imparcialidad que, como en ninguna época, se vive en esta institución clave de la democracia mexicana.

El hecho más preocupante es la existencia de un bloque de consejeros al servicio del PRI-Gobierno que actúa de manera coordinada y están haciendo prevalecer criterios y decisiones parciales en diversas resoluciones tanto de los comités como dentro del pleno del Instituto. Conformado el bloque por 5 consejeros-cuatro de ellos propuestos directamente por el PRI y el quinto adquirido en el camino- han perdido cualquier escrúpulo o forma en su desempeño. Son un grupo compacto que oye, calla y obedece. Bajo esa batuta se integraron de manera facciosa los órganos públicos locales electorales (OPLES) para asegurarle el control al PRI”.

“En esa perspectiva, la realización de las elecciones parece ciertamente un ejercicio de simulación democrática y un ritual de cumplimiento de requisitos constitucionales, y poco sentido puede tener la participación ciudadana en ellas si, comicio tras comicio, permanecen intocados los graves problemas de inseguridad, desempleo, pobreza, pérdida de soberanía, estancamiento económico e impunidad generalizada que prevalecen desde hace décadas”, señala acertadamente La Jornada en su sección OPINIÓN.

EL PILON

Por razones de moral pública, se supone que ya cortaron al oaxaqueño José Murat Cassab como asesor del gobierno del estado. Y lo más sano sería que también le mocharan su abultado sueldo de la nómina gubernamental que afirman -los que saben- fluctúa en el orden del millón de pesos al mes, homologado al de otros 2 asesores: Carlos Brito Gómez, Enrique Jackson Ramírez.

EL PILÓN 2

Nos hicieron llegar a la redacción de ALTO PODER, una misiva dirigida al Secretario de Educación, Flavino Ríos Alvarado y al titular de la Dirección General de Bachillerato, Rafael Ferrer Deschamps, por parte de un numeroso grupo de docentes de ese bachillerato, quienes nos informan que el proceso para reestructurar la dirección y la subdirección de esa institución educativa pretenden convertirlo en un auténtico “Pinochetazo” por la intervención de factores externos, pues se habla que un diputado federal de la cuadra de los “alemanistas”, pretende imponer director de la escuela, así mismo, haciendo el “1-2”, el SETSE a través de su Secretario de Planeación Educativa, Raúl Darío González Zárate, ha pretendido con intromisiones imponer al titular de la subdirección de esa Escuela de Bachilleres.

Los docentes solicitan a las autoridades educativas estatales, se “abra el proceso” con la finalidad de que la elección del nuevo director se someta al escrutinio del cuerpo académico y que éste se encuentre comprometido y sabedor de las necesidades y requerimientos que urgen para el buen desempeño educativo de la institución.

Y es que luego de la dimisión de la anterior directora, Lic. Ana Laura Fontecilla, quien fue invitada a colaborar a la estructura del Órgano de Fiscalización Superior en una importante área, se encuentra acéfala la dirección de la escuela.

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