Como película vieja de ficción en la que se mata por combustible y agua, así vamos llegando al final de nuestra era y así dejaremos nuestra herencia a las generaciones posteriores.

A veces me cuesta trabajo entender cómo es posible que se busque vida y agua fuera del planeta y no podemos cuidar la que tenemos aquí. Los combustibles provenientes de los fósiles se agotan y no podemos encontrar qué los sustituirán. Al menos masivamente.

El viento y el sol nos han brindado la energía necesaria para que la vida en este planeta se generara. Millones de años antes de que la Humanidad apareciera. En menos de 150 años hemos causado tanto daño a nuestra Tierra que ahora sufrimos por lo elemental.

He escuchado experiencias exitosas de generación de energías alternativas a las convencionales. Vamos, hasta las heces del ganado sirve para producirla. Por eso hago propio el llamado del vocal de la Comisión Permanente de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Aguas de la LXIII Legislatura del Estado, diputado Édgar Hugo Fernández Bernal.

El legislador propone impulsar proyectos encaminados a generar energías renovables en hogares, pequeñas, medianas y grandes empresas. Incluso, va más allá y propone: “Todas las empresas, sin duda, buscan ahorrar. Entonces, si invierten en energías limpias, en nuevas tecnologías, se les puede exentar de impuestos como el Predial o el Dos por ciento a la Nómina, entre otros”.

Considero que el principio del cambio es la educación y la cultura. Educar para vivir, no sólo para adquirir conocimientos que muchas veces no se aplican en la cotidianeidad de nuestra existencia. Cultura de respeto a nuestro entorno natural y social.

Alternativas

María Luisa Martínez

Como película vieja de ficción en la que se mata por combustible y agua, así vamos llegando al final de nuestra era y así dejaremos nuestra herencia a las generaciones posteriores.

A veces me cuesta trabajo entender cómo es posible que se busque vida y agua fuera del planeta y no podemos cuidar la que tenemos aquí. Los combustibles provenientes de los fósiles se agotan y no podemos encontrar qué los sustituirán. Al menos masivamente.

El viento y el sol nos han brindado la energía necesaria para que la vida en este planeta se generara. Millones de años antes de que la Humanidad apareciera. En menos de 150 años hemos causado tanto daño a nuestra Tierra que ahora sufrimos por lo elemental.

He escuchado experiencias exitosas de generación de energías alternativas a las convencionales. Vamos, hasta las heces del ganado sirve para producirla. Por eso hago propio el llamado del vocal de la Comisión Permanente de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Aguas de la LXIII Legislatura del Estado, diputado Édgar Hugo Fernández Bernal.

El legislador propone impulsar proyectos encaminados a generar energías renovables en hogares, pequeñas, medianas y grandes empresas. Incluso, va más allá y propone: “Todas las empresas, sin duda, buscan ahorrar. Entonces, si invierten en energías limpias, en nuevas tecnologías, se les puede exentar de impuestos como el Predial o el Dos por ciento a la Nómina, entre otros”.

Considero que el principio del cambio es la educación y la cultura. Educar para vivir, no sólo para adquirir conocimientos que muchas veces no se aplican en la cotidianeidad de nuestra existencia. Cultura de respeto a nuestro entorno natural y social.