Ayer fue un día de reminiscencias y de refrendar compromisos personales y colectivos. Conmemorar a las mujeres en fecha específica no se limita a discursos y desayunos; es pretexto para hacer una pausa y darnos cuenta de los avances y retrocesos.

A veces damos un paso adelante y dos atrás, pero lo que importa es no quedarnos quietas. Debemos estar en un movimiento constante, como las aguas marinas que en la superficie reflejan calma pero por dentro se mueven en distintas corrientes.

Calma y serenidad para saber qué hemos hecho y qué nos falta por hacer. En nuestro estado hemos avanzado en materia legal. Tenemos programas específicos con enfoque de género en diversas dependencias públicas.

Otro logro es el otorgamiento de un permiso de paternidad de cinco días laborales con goce de sueldo a los trabajadores del Estado, para que cuidar a sus hijos recién nacidos y auxiliar a sus esposas o concubinas en el posparto, o en el proceso de adopción de un menor, de acuerdo con la reforma al Artículo 51 de la Ley Estatal del Servicio Civil de Veracruz, aprobada el 23 mayo de 2014.

Para la presidenta de la Comisión Permanente de Procuración de Justica de la LXIII Legislatura veracruzana, Marcela Aguilera Landeta, es necesario “realizar un estudio de los presupuestos con enfoque de género, para saber cuántos aplican las dependencias en proyectos encabezados por mujeres, y un análisis de resultados”.

Éste es uno de los puntos que debemos enfatizar: qué resultados tenemos y con qué presupuesto lo logramos. Porque no se trata de crear membretes o “darnos algo para no agitar las aguas”; se trata de trabajar en la igualdad de derechos y obligaciones.

Por eso no basta con tener o estructurar proyectos de y para mujeres. Eso no garantiza nada; porque la mediocridad es de naturaleza humana, no de géneros; es decir, debemos evaluar resultados, avances, logros, impedimentos, fracasos y retos.

Pero también la iniciativa privada debe participar. Las oportunidades laborales a mujeres calificadas son pocas. No hemos visto una apertura real en la mayoría de las empresas e industrias. No sólo maquilamos, también pensamos.

Pareciera que las labores menos calificadas son la única opción que tenemos para insertarnos en el mercado laboral. Eso no es verdad. Somos muchas profesionales en diversos campos del conocimiento, pero se nos dificulta ingresar a la actividad productiva privada. Por alguna extraña razón, la mayoría de los empresarios y, lo que es peor, de las empresarias siguen escamoteando las oportunidades.

Cierto, vamos en desventaja en relación con nuestra contraparte masculina, pero no hay que minimizar lo que hemos avanzado en las últimas décadas. De la Cumbre de Beijing 1995 a la fecha hemos logrado mucho. Nos falta, pero lo que tenemos nos ha costado algo más que esfuerzo y trabajo.

Ahora veamos –en el proceso electoral- cuantos partidos en nuestra entidad postulan el 50 por ciento de sus candidaturas para las mujeres. Si bien es una elección nacional, no olvidemos que Veracruz tiene el tercer padrón más importante del país, del cual el 52 por ciento somos mujeres.

Por hoy es todo, les deseo un excelente inicio de semana y mi sororidad a ustedes.