Ante el escaso interés que están despertando las candidaturas a diputado federal entre el respetable público, todo parece indicar que la elección del próximo 7 de junio será de mero trámite, pero permitirá evaluar a los precandidatos (con posibilidades de ganar) tanto del rojo como del azul.
En primer lugar y sólo porque el rojo gobierna, hay que comentar sobre los dos punteros del senado, Pepe y Héctor Yunes. De ellos, Héctos esta observando negros nubarrones, pues Manlio sería quien pudiera solicitar la gubernatura para él, y todo depende de la elección de Sonora, en la cual, el presidente le permitió a Beltrones escoger al candidato del PRI, y si las cosas siguen como van a la fecha, con todo y la presa que se hizo el actual gobernador panista Padrés, de todas maneras, el PAN volverá a repetir en ese estado… De ser así el resultado, será un duro revés para el senador con experiencia y buen trato. Y sólo podrá apostarle a las encuestas, que todavía encabeza. En el caso de Pepe Yunes, su apuesta depende de la fortaleza y permanencia del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que debido a la crisis económica, el asunto de su casita, el efecto negativo en la economía de la reforma fiscal, el poco resultado de la ley antilavado, la baja en los precios del petróleo y otros pendientes, todo parece indicar que a pesar de su cercanía con Peña, su permanencia en el cargo pende de un hilo, que día a día se vuelve más delgado. Sólo un triunfo arrollador del PRI y el Verde, pueden ayudarlo a sostenerse en tanto encuentra la salida de este laberinto económico que esta obligado a resolver. Por lo tanto, a pesar del supuesto rompimiento de Pepe con Fidel y con Javier, y su teórico tono enérgico sobre las cuentas del estado, la situación se torna muy delicada.
El PRI también tiene a dos aspirantes que poco suenan, uno de ellos es el hijo de Miguel Alemán, y el otro un almirante, que en caso de ganar una diputación federal podrá ser aspirante acorde a los estatutos del PRI. En ambos casos, la señal desde el centro, sería cortar de tajo cualquier posible intento de continuidad de los dos sexenios anteriores, (el actual y el anterior). También están jugando la parejera los cuatro fantásticos, cuya suerte depende de que le vaya mal a Héctor y a Pepe, que no jueguen Miguelito ni el almirante, y que su triunfo sea arrollador, para lo cual, los cuatro están trabajando a marchas forzadas en sus respectivas candidaturas para diputado federal. El cisne es poco conocido fuera de su zona de influencia. Erick ha estado vetado en ciertas zonas del estado, y sólo ha jugado dónde se lo han permitido. Carballo tiene problemas graves de credibilidad, a raíz de la información sobre su jet privado, cuando hace diez años a duras penas tenía un auto con varios años de uso. El cuarto fantástico, lo dejamos sin mencionar para ponerle un poco de suspenso a la película, aunque tampoco suena con la suficiente fuerza. Cualquiera de ellos para ganar la carrera por la gubernatura, tendría que trabajar mucho, para ser conocido en todo el estado y no sólo en las zonas en que ha podido influir.
Una última opción para el PRI es Gerardo Buganza, que discreto y agazapado, espera la oportunidad. Sabiendo que no es querido en el PRI, también sabe que su eficiencia en el trabajo, ante un descalabro de los otros ocho aspirantes, podría resultar como el candidato ¨menos malo¨ entre los posibles.
En el caso del PAN, a pesar del afecto que en esta zona se le tiene a Juan Bueno, sus esfuerzos por levantar presencia ante la opinión pública avanzan muy lento, y a partir de diciembre de este año ya no tendrá los reflectores del congreso. Lo cual le complica mucho su aspiración, salvo algún plan maestro para posicionarse por encima del nivel de preferencias que a la fecha posee.
Independientemente de aquéllos panistas que aspiran sin tener posibilidad de lograrlo, hay un par que pueden ser los caballos negros. Uno de ellos es el diputado Serralde, quien ha demostrado saber moverse en las intrigas palaciegas y no temer a invertir para sembrar para el futuro. Las malas lenguas dicen que primero buscará una senaduría para prepararse para dentro de ocho años… Pero tiene su corazoncito y podría adelantar su fecha de entrada a la pelea por la grande del estado.
El que se observa con mayor firmeza en su camino hacia la candidatura es Miguel Ángel Yunes, quien espera que en esta ocasión, con seis años de preparación y con el escaparate que le dará ser diputado federal, va a lograr convencer primero a los panistas y luego a los veracruzanos de que es la mejor opción para lograr un cambio en el estado.
Así, salvo algún grave imprevisto, por el PAN se puede considerar que el candidato será Miguel Ángel, y que por el PRI la lucha intestina será muy fuerte, aunque la disciplina partidista seguramente logrará restañar las heridas.
No tire este artículo. Léalo en un par de años, y podrá ver si la bola de cristal de quien esto escribe funciona correctamente o estaba (hace dos años en esa fecha) equivocada.
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