No es una tarea sencilla, hay que tratar de remontar y nadar contra corriente, para empezar hay que tratar de recuperar la credibilidad y la confianza perdida, el «no aplauden, ¿verdad?» es un poco el talante que priva en la opinión pública en general, entre los medios de comunicación nacionales y los extranjeros también, del «Man of the Year», el Presidente de México pasó a un líder que genera más incertidumbre que certezas, en pocas palabras, ha perdido la confianza de buena parte de los mexicanos, y la labor como dijimos al principio no es una tarea fácil, a Enrique Peña Nieto se le nota «tocado», inseguro, titubeante y parece ser que en un principio quisieron manejar su imagen en base a escenarios bajo control, con audiencias medidas, pero así no va a aguantar los más de 3 años que le quedan a su gobierno, para empezar, en medio de la crisis que estamos viviendo, fundamentalmente por la caída de los precios del petróleo -que aunque todavía no tienen un mpacto en este año, en los hechos significa, a futuro, la caída del 30% de los ingresos del gobierno-, este gobierno ya tiene que empezar a dar resultados, se tiene que empezar a notar pero ya la inversión pública. La principal obra de este gobierno será el aeropuerto internacional de la ciudad de México, pero esa obra, cuando se empiece a notar -algunos esbozos- será hasta el último año de administración peñanietista. Tarea difícil la que le espera a Eduardo Sánchez.