Para sacar algunas conclusiones sobre la designación de Eduardo Medina Mora como Ministro de la Corte no deje de leer, como mínimo hoy a Ciro Gómez Leyva, Ricardo Alemán, Salvador García Soto, Katia D’Artigues, Javier Cruz Angulo en El Universal y a francisco «Pancho» Garfias en Excélsior. Diferentes puntos de vista, la mayoría censura el nombramiento y nos quedamos con lo que dice Garfias que pinta muy bien cómo se están haciendo las cosas en el gobierno: primero, Medina Mora es compadre del Presidente de la República y, al final se pregunta, como una sentencia: ¿Quién asesora al Presidente?, para concluir con otra lapidaria sentencia juangabrielesca: ¿pero qué necesidad? ¡sí hombre, pero qué necesidad!, queda la sensación de que fue un capricho que le cumplió el Presidente a su compadre de grado. Pero qué trabajo les cuesta entender que no entienden.