Este partido, por donde se le vea es una auténtico fraude, porque ni es partido, ni es verde, ni es ecologista. Por el contrario, más que un partido esta asociación está constituida por una partida de vivales que han explotado una marca -una franquicia-, se han beneficiado de un marco legal electoral generoso y en exceso benévolo, han lucrado con las prerrogativas que le da el Estado a nombre de todos los mexicanos y hoy, las sanciones a que se han hecho acreedores los miembros de este partido impuestas por el INE y avaladas por el TEPJF, se quedan cortas ante lo caro que nos ha costado a todos los mexicanos este gran negocio o franquicia electoral.