Por Ramón Durón Ruíz

La vida me ha enseñado que “Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo” y aprendiendo del día a día, los años me dicen, que el universo tiene absolutamente todo lo que necesitamos: Tierra, Agua, Viento, Sol… Vida.
Cuando te das tiempo para mirar hacia el cielo y encontrarte con el astro rey –El Sol– reconoces que es portador de sanidad y bienestar para ti.
Entre los próximos 20 –por la noche– y 21 de marzo –por la madrugada–, entra el Equinoccio de Primavera, en nuestra cultura señala la eterna transición, marca el tiempo estacional, que demuestra que nada es para siempre, al morir el gélido invierno y nacer la verde Primavera.
Los antiguos sabían que el hombre es un modelo matemático perfecto, conectado con el universo.
El Equinoccio de Primavera, es el tiempo, en el que de acuerdo a las culturas madre, el poder del Sol, arriba del horizonte, en un movimiento aparentemente hacia el Norte sobre el Ecuador celeste, haciendo que coincida la duración del día y la noche.
Mientas que con nosotros nace la Primavera, en el cono Sur muere el Verano, dando la bienvenida al Otoño.
Nuestras tradiciones y el sabio sincretismo cultural, marcan signos, símbolos y la realización de una serie de rituales, para aprovechar el rico magnetismo solar, que nos invita a que nos convirtamos en antena que conecte la Madre Tierra, con el Sol, para abrir nuestros chakras, activando nuestros canales energéticos y potencializado lo que somos: Seres de Luz.
Miles de personas se visten de blanco, que de acuerdo a la sabiduría que anida en la cultura popular, está vinculado a la luminosidad, a la esencia de la vida Divina, que junto con levantar las manos, mirar al cielo, tener pensamientos y emociones positivas, respirar tranquilamente y concentrándose en que somos UNO CON LA DIVINIDAD, es una manera sencilla de conectarse con el universo y recibir los poderes que emanan de la naturaleza.
Para gozar de la plenitud del Equinoccio de Primavera, en nuestro país, gozando del sentido místico que poseen las zonas arqueológicas, se llenan de gente, principalmente Teotihuacán, en el Estado de México; Cuicuilco y Templo Mayor, en el D.F.; Dzibilchaltún y Chichén Itzá, en Yucatán; El Tajín, en Veracruz; en algunos de ellos se presentan eventos arqueo-astronómicos, que dejan de manifiesto la inagotable sabiduría indígena.
“Muchas culturas celebran el Equinoccio de Primavera, como el inicio de la temporada de crecimiento y plenitud. La celebración de Pascua en los Estados Unidos es un ejemplo de la incorporación de las tradiciones originarias del Equinoccio de Primavera. ¿Alguna vez te has preguntado que Jesús, qué tiene que ver con conejos y huevos? Estos son símbolos de fertilidad y Primavera.”1
Resulta que un matrimonio de viejecitos, sentados en sus sillones de palma e impecablemente vestidos de blanco, deciden recibir en el patio de su casa, muy temprano el Equinoccio de Primavera.
El viejecito disfrutaba un aromatico café, –obviamente producido por las laboriosas manos mexicanas– cuando inesperadamente la viejita le pega un sape fenomenal, haciendo que el elixir de los Dioses le manche su camisa.
El viejito, poniendo la taza en la mesita de al lado y limpiándose con el paliacate su camisa pregunta:
–– Pero vieja… ¿por qué frega’os hiciste esto?
–– ¿Cómo qué por qué? –Responde la viejecita– ¡Por 50 años de mal sexo!
Pensativo y meditabundo, el viejito retoma su taza para degustar su exquisto café, al rato el viejito le da un sape a la viejecita, que hace que se le caigan las galletas y vuele por el aire la dentadura, después de recoger todo pregunta:
–– Y tu viejo… ¿Por qué me pegas?
El viejito, sin mirarla, le contesta:
–– ¿Po’s ‘onde frega’os…APRENDISTE LA DIFERENCIA?
Fuente: Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.; Melissa Espinosa / 12/03/2015; 1Luz Guerrero
http://www.fomento.gob.es/MFOM/LANG_CASTELLANO/DIRECCIONES_GENERALES/INSTITUTO_GEOGRAFICO/Astronomia/publico/efemerides/primavera.htm
1. http://vidaverde.about.com/od/Vida-Verde101/g/Que-Es-El-Equinoccio.htm;
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