A como están las cosas en este país, si bien reconociendo que no es estrictamente un asunto de Estado el despido de Carmen Aristegui de MVS Radio, sí debiera ser visto, al menos, como un asunto de interés del Estado, por propia salud pública del gobierno. Aqui el gobierno no puede voltear la mirada hacia otro lado, hacer como que no ve y hacerse el desentendido del asunto. Aquí no puede pasar como cuando Fox se lavó las manos en el caso de la toma que «a lo chino» hizo TV Azteca de las instalaciones que en el cerro del Chiquihuite tenía el desaparecido Canal 40 de Javier Moreno Valle. Todavía recordamos con indignación -encabronamiento, para decirlo más claro- las célebres palabras que pronunció el ranchero de Fox que lo pintaron en toda su mínima estatura política, infinitas limitaciones y como hombre escaso de visión de Estado: «¿y yo ¿por qué?, fue lo único que se alcanzó a decir cuando los medios lo inquirieron, casi como exigiéndole, el por qué su gobierno no intervenía en ese espinoso asunto en donde estaba en juego una concesión pública de televisión. En el caso del diferendo entre MVS y Carmen Aristegui con absoluta seriedad el gobierno tiene que salir al paso de rumores y aclarar muy bien las cosas y lo mismo debiera hacer Joaquín Vargas, porque su prestigio también se está poniendo en duda al estar siendo considerado por muchos como «un empresario a modo».