«Algo grave o muy grave debe haberle pasado a la familia Vargas, algo de ese tipo debe haber ocurrido para que ese grupo de empresarios siempre caballerosos, se haya comportado de esa manera, con virulencia, mostrando una clara intención no sólo de romper sino de aniquilar a este grupo de periodistas. No había manera para un conflicto interno como tal como hoy lo quieren hacer pasar. ¿Quién les pidió qué? Con el pretexto del uso de marca se intentó una escalada artificial. Si por alguna razón extraña e inexplicable quieren imponer unos nuevos lineamientos a periodistas, basados en la mordaza, el control editorial y en la sujección y supervisión de criterios editoriales, yo tengo el derecho de decirles que no. Que ese modelo es inaceptable. Los lineamientos que pretenden imponer van en contra del contrato, del código de ética y son contrarios a la ley. Daremos juntos esta batalla que, no lo duden ni por un instante, es por la libertad». Es parte de lo que escribe la controvertida e influyente periodista.