*Los candidatos que abusan de los jodidos solamente han visto al “Padrino”.

*Algunos no pasan de actuar a la manera de Maquiavelo o del político francés Joseph Fouché.

*Hay que enfadarse, pero con la persona adecuada…no con enemigos gratuitos.

“La conciencia vale por mil testigos….”.

De oradores mexicanos, comenta el estimado Checho, conocido como César Peredo, me quedo con Porfirio Muñoz Ledo. Comentaba ayer en su oficina ante la presencia de Pablito Cruz, el colega amigo de todos…porque efectivamente, Muñoz Ledo, haciendo a un lado su salida del PRI para fundar con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, es uno de los políticos y oradores más distinguidos de México y fuera de él, y como se comenta, no se sabe si es orador nato, pero eso si es un orador temible…agregaría esta columna: tremendo pero uno de los mejores que ha dado este sufrido país, llamado por Antonio Caso, el “país de los peones”, y fuertemente criticado por José Vasconcelos, quien fuera Ministro de Educación en 1920 en el gobierno de Alvaro Obregón…

La lectura de grandes oradores nos lleva a coincidir que si mueven a las masas se vuelven peligrosos, esto es, para los que no lo ven como función social, cuando lo deben de ser en las colectividades humanas…incendian pasiones y los peores, los que se sienten líderes y oradores sin ser ambas cosas, porque como lo decía José Muñoz Cota, el orador no debe leer libros, sino devorar bibliotecas, alguien profundamente comprometida con las causas sociales, las que aquejan a la gente, sin mentiras y sin soberbias, como lo son las actitudes de los políticos….y de los candidatos. Muñoz Cota aportó la cátedra formando jóvenes a los que les influyó las ideas y la lucha por un México mejor…

Vemos…analizamos y con esa seguridad, cuestionamos a los actuales candidatos de todos los partidos políticos, en el distrito coatepecano. Apegados con especial atención a la Psicagogía, y al estudio de los aspectos emotivos del discurso, en donde se distinguen las emociones, bien imaginativas en donde se separa la patética, la afección y pasión, como las humorísticas…sin olvidar los discursos con cierta ética o moral, por desgracia ajena a los candidatos…

Lo dejó dicho el brillante orador Quintiliano, el orador debe ser capaz de imaginarse a sí mismo en la situación del oyente y desde luego, de simpatizar con él….cuando nuestros candidatos se conforman tratando de convencer bajo mentiras…”anidando mentiras” comenta Quintiliano en la época romana, su tan sencillo para un candidato “valiente” conquistara sus deseos que al que conquista a sus enemigos, siendo la victoria más dura, la que se logra sobre uno mismo…Aristóteles lo dijo que cualquiera puede enfadarse, eso es algo tan normal y tan sencillo, pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el própósito justo y del modo correcto, eso…ciertamente, no resulta tan sencillo…

Si Alfonso Reyes recomienda leer a Quintiliano, el otro Alfonso….Mora Chama, les recomienda darle lectura al menos a uno de los doce libros de la “Institutio Oratoria”, en donde Quintiliano como Cicerón, se refieren a la amplia formación enciclopédica que debe recibir el candidato a un curso de retórica, trazando las bases de la educación liberal prefigurada por Isócrates, menos profundo que Aristóteles y menos brillante que Cicerón, pero con obras retóricas mejor tramadas y seguras…pensando como Cicerón y escribiendo como Tácito…

Comentando el interesante tema de los oradores, coincidimos que nuestros candidatos se apegan más a la envidia y al golpe bajo, copiados de Maquiavelo y su obra El Príncipe, otros más arriesgados, se avientan a la práctica de José Fouché, no por admirable, sino porque les parece el ejemplar perfecto del político absolutamente inmoral…si fue capaz, Fouché de sobrevivir a figuras como Robespiere y hasta del mismo Napoleón.

Sabemos que la mayoría de los políticos, y ahora los candidatos son ignorantes de la oratoria, quizás escuchamos a un López Obrador, personaje carismático pero con limitaciones en cuanto a su dicción y expresión, ero con ese algo que conecta con la gente que busca los mismos ideales y precisamente en el “Peje” se sienten identificados…en esa lucha del pobre contra el poderoso. Otros cierto es, se forman leyendo libros baratos, semanales, como El Padrino y eliminan al contrario, de aniquilarlo…si en una guerra nadie gana, todos pierden y eso sucede en Mexico, nuestros funcionarios, políticos y candidatos, consideran a la política como un estado de guerra permanente…

Cuanto gusto, cuanta alegría, cuanta satisfacción, que escucháramos a los candidatos que ahora se alocan recorriendo el mismo lugar, ese mensaje, esa oratoria que recomiendan los excelentes tribunos de la edad antigua…Demóstenes, el mejor orador y político de la antigua Grecia; Marco Tulio Cicerón, plebeyo, político y filósofo latino; Isócrates, orador ateniense; Empédocles, oradoe siciliano y maestro de otro orador, Gorgias, de la Magna Grecia…citando algunos y los de la nueva época…digamos un José Muñoz Cota, José Vasconcelos, Sergio García Ramírez, Muñoz Ledo, hasta un Heladio Ramírez en sus tiempos de dirigente de la CNC y como gobernador de Oaxaca…con los nuestros que encabezados por Nicho Pérez Jácome, Adolfo Mota y Memo Zúñiga, tienen para prestar a los jóvenes que con acomodarse un sombrero y caminar como afeminados, sienten que les maman gatos chimuelos…

Remato:

Dice Casiano, no le saques,

En medio de sus garabatos…

De los mercados y los parques

No salen los candidatos…

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