«Hoy cumplimos una quincena de andr en campaña política y, visiblemente he perdido dos o tres kilos de pesos y 49 mil pesos de la cartera. Me dijo mi mujer, que es bien fijada, que ya no tengo nalgas. Yo me veo en el espejo más prietiilo por las asoleadas. En mi oficina y en los partidos que me apoyan todo mundo habla de la fiscalización rigurosa a que estamos sometidos.. Yo protesto porque se me hace injusto que me fiscalicen el gasto de mi dinero. Es el colmo: para usar mi viejo auto de siempre, he tenido que firmar un contrato de comododato donde yo lo pongo a disposición del partido. Ayer que yo quería mandar un anónimo ofensivo a uno de mis contrincantes, me topé con la exigencia de que el anónimo requería de cuando menos dos firmas. No sé si a los partidos gordos los medirán con el mismo rasero, o sólo son acciones disuasivas para la moralla». Lo escribe en el Facebook el político y humorista.