Uno de los puntales que sostiene e impulsa el desarrollo y crecimiento de una nación es el conocimiento científico. La ciencia nos ayuda a entendernos como sociedad, marca los caminos a seguir, fortalece nuestra educación y nos ayuda a comprender mejor nuestra cultura.
En fechas recientes, el Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet) cambió de director, y el doctor José Velasco Toro es el nuevo responsable.
Con amplia trayectoria en la academia y la investigación, el doctor Velasco tiene ante sí un reto interesante: apoyar a la niñez y juventud en sus propuestas de acercamiento a la ciencia.
Digo que es un reto singular, porque la formación del Doctor Velasco Toro es humanista. Además de que sus campos de trabajo en la investigación siempre lo han orientado hacia la historia y la educación. Pero eso no le resta sensibilidad para desempeñar exitosamente su nueva encomienda.
De hecho, la semana pasada acudió al Palacio Legislativo a invitación del diputado presidente de la Comisión Permanente de Ciencia y Tecnología, David Velasco Chedraui, con quien intercambió ideas y propuestas.
En este sentido, el Legislador “pidió apoyar al niño xalapeño Carlos Emiliano Fuentes Saavedra, quien cursa el segundo de primaria y en marzo pasado ganó en una categoría del certamen de la Asociación Americana de Robótica y Tecnología AC, en Guadalajara, Jalisco.”
La solicitud se debe al trabajo de gestión que tienen los diputados, que los hace ser una especie de llave o picaporte para canalizar las demandas ciudadanas. Además, apoyar al menor Fuentes Saavedra es pensar en el futuro del estado y del país.
En esta época, que nos quejamos de la falta de valores y atención de la infancia y juventud, de las carencias de la educación, del magisterio, de los medios de comunicación, de las religiones, etcétera, saber que tenemos con nosotros un pequeño genio en potencia resulta alentador. Entre todos debemos cuidarlo y apoyarlo.
Vamos, es como esa novela de John Steinbeck, “La Perla”; que en el cine la protagonizó Pedro Armendáriz padre. Porque no es común encontrarnos estas joyas del conocimiento, pero sabemos que ahí están y debemos de buscarlas.
El más preciado recurso natural que tiene una nación es su gente y es donde debemos invertir. Si nuestros recursos humanos son desperdiciados por carencia de apoyos y oportunidades, esta nación no tendrá mucho trecho que recorrer porque iremos perdiendo nuestra identidad y principios. Ahora las conquistas no son por territorios, sino por la conciencia de las personas. Es más fácil y más barato.
Pero si logramos estructurar y articular nuevas generaciones pensantes, comprometidas y que sientan el respaldo de sus gobiernos y de su gente, es muy probable que en un periodo breve estemos a la par con otras naciones.
La ciencia y tecnología es para nosotros, no la gente para ellas. Es decir, debemos aprovechar lo que tenemos a nuestro alcance, sin enajenarnos o que nuestras vidas dependan de ellas. Ejemplo: ¿cuántos números de teléfono celular recuerda hoy, y cuantos de los teléfonos fijos de hace un par de décadas?
Algo así como que hacemos perezosa a nuestra memoria. Le invito a que haga el ejercicio con el ejemplo anterior. Es probable que aún recuerde el número de sus compañeros de primaria de hace 30 años, y no el número de celular que agregó hace unos minutos.
Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.