Adiós, don Guillermo Zúñiga Martínez
Hace un par de meses me reuní con el maestro Guillermo Zúñiga Martínez, en el restaurante del hotel Salmones. Habló de educación, cultura, política… y de su menguada salud. Lo percibí optimista.
Le comenté de mi proyecto político: la candidatura independiente a diputado federal y mi propuesta número uno, o sea, la creación del Banco Nacional del Pueblo, inspirado en el Banco de los Pobres, de Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006.
Este banco otorgaría créditos a tasas bajas a mujeres y hombres de escasos recursos económicos, sin aval ni garantía, a la palabra, como un instrumento para reducir los índices de pobreza. Funciona con éxito en muchos países.
Ha despertado tanto interés este modelo, nacido en Bangladesh hace casi 40 años, que el anterior gobernador se reunió en 2008, en Monterrey, con Muhammad Yunus. En aquella ocasión Fidel Herrera escribió: “Voy a promover el Banco de los Pobres en Veracruz”.
El 19 de julio de 2013, el gobernador Javier Duarte anunció la inversión de 4.5 millones de dólares en coordinación con Yunus Social Bussiness, de Muhammad Yunus, para un programa de empresas sociales.
Mi idea, le comenté al maestro Zúñiga durante la charla en el hotel Salmones, era y es presentar una iniciativa en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, para fundar el Banco Nacional del Pueblo o como se le quiera denominar a esta noble institución. Le pareció excelente propuesta al igual que a empresarios y expertos en la materia con los que desde hace tiempo he platicado al respecto.
Yo me pregunto por qué ni Fidel ni Javier llevaron a cabo este revolucionario y ambicioso proyecto.
Lo retomé en mi plataforma electoral, pero como el INE, coludido con partidos políticos corruptos, se negó a registrarme como candidato independiente a diputado, se frustra por ahora la posibilidad de crear este banco… a menos que algún candidato tenga agallas suficientes para hacer suya ésta y mis restantes propuestas.
Si no surge en esta campaña política un valiente que levante la mano, continuaré luchando desde diversas trincheras por este ideal. Estoy convencido que corrupción y pobreza sí tienen solución.
Los candidatos carecen de ideas claras y precisas. Y Las propuestas viables, de todos modos jamás las cumplen. A la mayoría de los políticos, no les conviene que México salga del atraso y la miseria.