La prevención es la mejor forma que tenemos para cuidarnos y evitar problemas, conflictos y desgracias personales o colectivas. Hoy, más que nunca, debemos tomar precauciones que nos permitan tener estrategias de seguridad en nuestro hogar. Nuestra familia es primero.

Desde hace poco tiempo en las calles xalapeñas empezaron a aparecer mantas y carteles que decían: “Vecino Vigilante”. Llamadas de advertencias para delincuentes comunes que habían encontrado su nicho en ciertos sectores de la ciudad.

La organización vecinal siempre ha sido fundamental para mantener en paz y tranquilidad en una cuadra, un barrio o un fraccionamiento. Somos los miembros de la familia quienes conocemos nuestro vecindario. Sabemos el nombre de la señora de la tienda y quién es quién. Por eso sabemos cuidarnos.

Pero no basta. Necesitamos el apoyo de las fuerzas del orden y garantizar que siempre acudan a nuestro auxilio. En este sentido se orienta la Iniciativa de Ley que presentó el diputado Carlos Gabriel Fuentes Urrutia, al proponer la creación de la “Bitácora Vecinal”, que en términos llanos es saber a qué hora y cuantas veces hacen rondines los policías.

Suena simple, pero no lo es, porque nos involucra como sociedad a coadyuvar en la preservación de nuestra tranquilidad. Es imposible tener un Policía en cada casa. Eso lo sabemos y no lo pedimos.

“La Iniciativa, turnada a la Comisión Permanente de Seguridad Pública, consigna que esta herramienta aportará datos sobre las actividades de vigilancia y servirá para que los elementos de Policía mejoren su trabajo, al priorizar actividades por zona”.

En términos generales parece una especie de “observatorio vecinal”, en el que participamos con el monitoreo del cumplimiento de las actividades de los elementos del orden.

Considero que todas las propuestas para reforzar nuestra seguridad deben ser escuchadas y analizadas. Ojalá tuviéramos un oráculo –como el de la Isla de Delfos–, para saber qué nos depara el futuro. Pero como no lo tenemos, debemos ser racionales y participar activamente en todo lo que concierne a nuestro bienestar.

El mismo diputado Fuentes Urrutia presentó otra Iniciativa –para reforzar la primera–, en la que “adicionaría la fracción IX al artículo 65 de la Ley Orgánica del Municipio Libre, para establecer la participación de los ciudadanos en programas de vigilancia, prevención y supervisión relacionadas con la seguridad.”

¿Qué se busca? El mismo Legislador nos lo dice: “Debemos conformar una sociedad protegida, procurando un entorno de seguridad y de respeto al Estado de Derecho. Esto sólo se logra con la participación de los jefes de manzana”.

Pues como decía mi abuela: “lo que viene, conviene”. Como sociedad nos quedan dos vías: seguir quejándonos y generalizar con nuestros comentarios de que todo está mal, u organizarnos en forma horizontal y aprovechar cualquier resquicio legal en el que podamos participar, sin afectar nuestras actividades económicas.

Yo le entro a la segunda opción. Nunca me enseñaron a depender de nadie, aunque sí a conocer mis alcances y limitaciones. Hay cosas que podemos hacer y otras que no, pero entre todas y todos las podemos alcanzar. Es cuestión de empezar a confiar entre iguales. El bien común es compartido.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente día y nos leemos en la próxima entrega.