La confianza que los ciudadanos tienen hacia sus gobiernos debe ser propiciada por quienes ostentan una responsabilidad pública. No es asunto de pedir ni rogar, sino de ganar con trabajo, eficiencia, eficacia y honestidad. Sobre todo en áreas neurálgicas, como la seguridad de una sociedad.
Si bien los municipios y los ayuntamientos son las “células madre” de nuestro sistema jurídico y político, también son los más vulnerables por su escaso manejo presupuestal y limitación a sus autonomías, que se deben ejercer dentro del marco del Pacto Federal, y no ser escamoteadas por alguna otra instancia de Gobierno.
La semana pasada testificamos, mediante imágenes y letras, la violencia en el estado de Jalisco. Días antes pasó algo similar en Tamaulipas. Ahora –de menor envergadura, pero no menos grave– lo vivimos más cerca. En nuestra entidad.
Todo trabajo y esfuerzo institucional por mejorar las cosas será inútil, si una de las partes no cumple con su responsabilidad. Por eso debemos prestar mucha atención al llamado que hace el diputado vocal de la Comisión Permanente de Seguridad Pública, Jesús Alberto Velázquez Flores, a los presidentes municipales veracruzanos.
Al parecer, en algunos municipios trabajan policías y comandantes que no han pasado la certificación y exámenes de confianza que se aplica a todos los uniformados en la entidad. Pese a no obtener resultados satisfactorios, los ediles mantienen en sus cargos a estos elementos: “Debemos evitar que la población esté en riesgo, pues los policías están para cuidar a los ciudadanos”.
El mismo Legislador comentó que la obligación es cumplir con la reforma a la Ley Orgánica del Municipio Libre –aprobada el 19 de diciembre de 2013–, porque ante los recientes casos de presuntos actos delictivos en los que se relaciona a los cuerpos policiacos municipales, el más afectado es el ciudadano común.
En ese orden de ideas, el presidente de la misma Comisión legislativa, José Ramón Gutiérrez de Velasco Hoyos, exhortó a los ediles veracruzanos a ejercer con transparencia y eficiencia los recursos que la Federación remite a los ayuntamientos, mediante el programa de Subsidio para la Seguridad en los Municipios.
“Por ejemplo, pueden instalar cámaras de seguridad. Ese sistema de vigilancia puede ser más eficiente que una patrulla, pues está demostrado que inhibe la delincuencia y ayuda a dar con los responsables, en caso de un hecho de ese tipo.”
Vemos que la preocupación es compartida entre todos los sectores sociales. Aún estamos a tiempo de evitar situaciones como las que vivieron connacionales de los estados arriba mencionados. Quejarse ayuda, pero no resuelve. Así que espero que los llamados que realizaron los diputados tengan eco en nuestras autoridades municipales.
Ningún habitante de este estado quiere vivir con y en la violencia. Que nuestros ediles lo sepan y se apliquen en lo que marca la normatividad. Recuerden que en los municipios que hoy gobiernan, es donde mañana jugarán sus descendientes. ¿Qué y cómo lo quieren heredar? El tiempo nos dará las respuestas.
Por hoy es todo. Le deseo un excelente día y mejor retorno a clases.
