Duelen los hechos violentos ocurridos la semana pasada en Veracruz. No podemos mirar hacia otro lado y hacer como si no pasara nada, quien pretenda desconocerlo se convierte en partícipe de animar los delitos; el primer paso para resolver cualquier problema es reconocer su existencia, identificar el origen y actuar decididamente con toda la fuerza del Estado para hacer justicia.

El asesinato cometido en contra de la joven Columba Campillo González, de tan sólo 16 años de edad; la violación de una estudiante en la ciudad de Xalapa; las agresiones difundidas a una docena de mujeres en el cerro de Macuiltépetl, también en Xalapa; la tortura y ejecución del periodista Armando Saldaña Morales, aunque haya sido en otro estado; son crímenes que calan hondo en nuestra sociedad.

Una profunda indignación y la necesidad de que se haga justicia, es el sentimiento de miles de familias veracruzanas, que cotidianamente nos sumamos ante este dolor.

Como padre de familia, comparto la exigencia del ¡Ya Basta!. Nuestros hijos no merecen este tipo de agresiones, ni porqué convivir con la zozobra, con el miedo. Se ha dicho hasta el cansancio que los espacios públicos pertenecen a nuestras familias y no a los delincuentes, lamentablemente lo recordamos cuando se afecta a alguien; de ahí el llamado permanente a no retroceder y de actuar unidos en un frente común, instituciones y ciudadanos, para prevenir este tipo de crímenes. Somos más los que no estamos dispuestos a permitir más violencia, queremos vivir tranquilos, no en semanas, ni el año siguiente, sino ahora.

No debemos callarnos, el silencio sólo ayuda a la delincuencia y propicia la inseguridad; vigilemos, denunciemos y actuemos. Si somos testigos o tenemos información de cualquier posible delito, hagámoslo público y colaboremos con las autoridades. No estamos solos, si enfrentamos juntos la delincuencia ganaremos el terreno perdido, es por nuestra tranquilidad y la seguridad de nuestras familias. Tampoco temamos por posibles represalias, la denuncia en Veracruz puede ser anónima al número telefónico 089.

La inseguridad es una enfermedad que carcome a la sociedad, que nos afecta a todos por igual, sin distinción de condición social; aunado a que trastoca la generación de oportunidades para el crecimiento de cualquier territorio; por ello la obligación de las instituciones de hacer todo lo necesario y llegar a las últimas instancias para garantizar el control total sobre la delincuencia.

Habemos muchas voces con determinación para contribuir al combate de la inseguridad y la impunidad, nadie sobra, pongamos nuestra parte, sumémonos a la lucha, es imperante redoblar los esfuerzos para prevenir que la situación se salga de control como en otras entidades. Cero tolerancia a los delincuentes, su lugar está tras las rejas, no entre los ciudadanos de bien.

P.D. Esperanza fue lo que generó la captura de los presuntos asesinos de la joven Columba. Nuestra solidaridad a la familia Campillo González. Nuestro reconocimiento a las autoridades estatales por este caso y justicia para los múltiples asuntos que siguen pendientes de que ésta se dé.

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